Francisco Santos Calderón, más conocido como Pacho Santos, actualmente es férreo opositor del gobierno de Gustavo Petro. Fue vicepresidente de Colombia en la era Uribe entre 2002 y 2010, candidato a la Alcaldía de Bogotá en 2015 y fue embajador de Colombia en Estados Unidos del 2018 al 2021, contando así con una trayectoria política que abarca más de dos décadas.
Además de su carrera política, Pacho Santos tiene una destacada trayectoria como periodista, algo que lleva en las venas. Su padre, Hernando Santos Castillo, fue director de El Tiempo desde 1981 hasta su fallecimiento en 1999. Pacho Santos comenzó a trabajar para este medio a mitad de la década de 1980, llegando hasta el cargo de jefe de redacción.
Durante su labor como periodista, Santos Calderón fue testigo directo de acontecimientos históricos del siglo pasado. De manera notable, fue secuestrado por los hombres de Pablo Escobar durante un período de ocho meses, desde septiembre de 1991 hasta mayo de 1992.
Asimismo, cubrió un evento que marcó un antes y un después en el deporte colombiano: el partido entre Argentina y Colombia el 5 de septiembre de 1993, el histórico 5-0. Pacho Santos estuvo presente en el hotel donde se hospedaba la selección colombiana y presenció la memorable victoria en el estadio Monumental de Buenos Aires. Incluso, compartió la celebración con algunos de los jugadores.
“Yo bajé al camerino, tan pronto se acabó el partido y eso era una locura. Y si usted me pregunta a mí el momento más feliz de mi vida, ese fue”, relata Santos Calderón en una entrevista con RCN Radio con motivo del trigésimo aniversario del histórico triunfo por 5-0.
En ese contexto, Santos Calderón recuerda el ambiente hostil que rodeaba a los colombianos en Buenos Aires. Argentina necesitaba ganar para evitar el repechaje en su camino hacia la Copa Mundial de Estados Unidos 1994. La prensa argentina había elevado la tensión y Diego Armando Maradona había expresado su confianza en que su selección superaría a Colombia.
El periodista recuerda la agresividad que enfrentaron antes del partido, con hinchas argentinos que cantaban y lanzaban insultos durante toda la noche en el hotel de la selección colombiana. La llegada al estadio también estuvo marcada por la hostilidad, con el autobús del equipo sufriendo daños.
La situación dentro del estadio no fue menos tensa. Los hinchas argentinos recibieron a la comitiva colombiana con furia. Santos Calderón describe la escena: “Yo me quedé en el hotel de la selección y no pararon de cantar toda la noche y de gritar e insultar los hinchas argentinos”.
“Llegamos al estadio y estábamos como a 50 metros de la puerta. Se baja la primera señora con una chaqueta toda fina y al segundo se devuelve con un escupitajo en la mitad de la chaqueta. Entonces, nos dimos cuenta de que la llegada al estadio, del bus al estadio, iba a ser muy difícil; fue muy hostil, fue muy, muy hostil”, narra Santos.
“Uno entraba al estadio tapándose la cabeza para que el escupitajo no le diera en la cara”, cuenta.
Dentro del estadio, la hostilidad persistió y la Policía tuvo que intervenir para proteger a la delegación colombiana. “Estábamos como en un palco: una hostilidad y nos gritaban y nos tiraban cosas, hasta que un policía dijo: ‘el próximo que tire una cosa dentro de este palco lo voy a coger a golpes’”.
El partido parecía inclinarse a favor de Argentina hasta que llegaron los goles colombianos. Freddy Rincón anotó el primero en el minuto 41, seguido de Faustino Asprilla en el 49. Rincón volvió a marcar en el minuto 72. A partir del tercer gol, el público argentino cambió su actitud. El gol del ‘Tino’ al 74 ya era un golpe más para los locales.
El punto culminante llegó con el quinto gol, anotado por Adolfo ‘El Tren’ Valencia en el minuto 84, con una asistencia impresionante de Asprilla. La euforia se apoderó de la delegación colombiana y Santos Calderón bajó rápidamente al vestuario al finalizar el partido.
“Yo bajé al camerino tan pronto se acabó el partido y eso era una locura, y si usted me pregunta a mí el momento más feliz de mi vida, ese fue”, expresó el exembajador de Colombia.
Pese a la euforia del momento, su labor como periodista aún requería atención, por lo que tuvo que regresar para redactar la noticia del histórico partido. Una vez cumplido con sus deberes profesionales, se unió a la celebración con algunos jugadores, incluyendo a Luis Fernando ‘El Chonto’ Herrera, Wilson Pérez y Leonel Álvarez, según recuerda. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
“Yo terminé de escribir como a las 11 y había unos muchachos y nos fuimos tomar trago con… creo que estaba el Chontico, me acuerdo. Estaba el utilero, creo que estaba Leonel. Estaba Pérez. Y nos fuimos a beber trago hasta las seis de la mañana. Volvimos cuando ya todo el mundo se estaba montando en el bus pa’ devolverse, y eran los que quedaban, los que habían ido a ningún lado”, recordó Pacho Santos.
Pero la generosidad de Santos Calderón le pasó factura: “Me fui de juerga con estos cinco o seis muchachos. Es más, yo los invité y terminé endeudado, hermano. Creo que pagué por un año esa hijuemadre cuenta, porque obviamente, en esa celebración, uno dice: ‘Yo los invito’. Casi me arruino”.
El periodista también menciona haber visto al narcotraficante Julio Pastor Perafán durante el viaje, aunque no está seguro de si Perafán contribuyó financieramente a la celebración. “Pastor Perafán estaba. Eso sí, me acuerdo haberlo visto en el avión de ida y en el avión de vuelta. Estaba, pero si pagó o no pagó, lo que sea, no tengo la menor idea”.