Las Fuerzas Militares pusieron este miércoles en marcha una operación de gran escala contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN), enfocándose en Arturo Archila Rincón, alias ‘Raúl’.
El guerrillero es acusado de haber ordenado el ataque con explosivos contra una base militar en Puerto Jordán, Arauca, que ha dejado hasta el momento dos soldados fallecidos y más de 20 heridos.
El ataque, en el que utilizaron cilindros cargados con explosivos lanzados desde una volqueta, causó graves daños tanto en la base como en las áreas civiles circundantes, incluida una escuela.
De acuerdo con el Ejército, los miembros del ELN atacaron la basa militar sin preocuparse de la escuela que estaba a solo 900 metros de distancia y en la que estaban 300 estudiantes.
El impacto del ataque provocó que cinco niños se desmayaran y 15 más fueran atendidos por el trauma que les provocó el acto violento, que contradice las leyes de la guerra.
La ofensiva se inicia tras el anuncio del presidente, Gustavo Petro, de cerrar los diálogos de paz con el ELN. Las Fuerzas Especiales del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea están desplegando recursos en puntos estratégicos para recolectar inteligencia y llevar a cabo acciones contra objetivos clave del grupo armado.
Archila Rincón, uno de los jefes de la estructura Domingo Laín y objeto de una recompensa de $600 millones, se convierte en el primer objetivo de las Fuerzas Militares.
El almirante Francisco Hernando Cubides Granados, comandante de las Fuerzas Militares, atribuyó el ataque al ELN e indicó que se están tomando las medidas correspondientes ante las autoridades competentes.
Entre los heridos en el ataque, 18 han sido trasladados a Bogotá para recibir atención médica, mientras que dos soldados, Julián Patiño Arango y Bayron Correa Vargas, fallecieron.
El hospital Militar de Bogotá informó que tres de los heridos requieren cirugía de emergencia, uno está en cuidados críticos y el resto se encuentra en observación.
El atentado en Puerto Jordán se suma a una ola creciente de violencia en Arauca, donde el ELN y disidencias de las FARC intensificaron sus operaciones.
Este episodio ocurre semanas después de que tres soldados murieran en un combate en la misma región y se hayan registrado ataques a la infraestructura petrolera, como el oleoducto Caño Limón-Coveñas.