Por Santiago Cruz Hoyos - Editor de Crónicas y Reportajes
Ni siquiera la Policía se escapa de los estafadores que venden falsos Seguros Obligatorios Contra Accidentes de Tránsito, Soat. Un subintendente víctima de los ciberdelincuentes pide que no escriba su nombre.
Todo empezó, cuenta, con las dificultades que persisten en Colombia para comprar el Soat. El Subintendente recorrió las gasolineras y los autoservicios de Cali donde tradicionalmente adquiría el Seguro, y se encontró con la sorpresa de que no lo estaban vendiendo.
En su casa, ingresó a Google y, en el buscador, escribió el nombre de una tradicional compañía de seguros: Seguros del Estado. Le apareció entre los primeros resultados una página que parecía ser la de la empresa. “Era idéntica”.
Al Subintendente, sin embargo, le llamó la atención un movimiento: cada que él daba clic en ‘comprar Soat’, era dirigido a un chat de WhatsApp y no a un carro de compras donde el pago se hace con tarjeta de crédito o PSE. Lo hizo en tres ocasiones y pasaba lo mismo, llegaba al chat de WhatsApp. Él pensó que quizá era una manera de la compañía de agilizar el trámite en días de escasez de Soats y siguió adelante.
En el chat de WhatsApp aparecía, en la foto, el logo de la empresa de seguros, lo que le generó confianza. Le respondieron de inmediato. Le pidieron una foto de la tarjeta de propiedad del vehículo y le cotizaron el valor exacto que debía pagar: $670 mil pesos.
También le solicitaron los datos que pide todo asesor de seguros al comprar el Soat: correo electrónico, teléfono, placa. Con los datos, le remitieron un documento para que los verificara. Era como un borrador de su Soat. A vista rápida no se veía nada extraño. Era un Soat como cualquier otro. Una vez verificados los datos, él hizo la transferencia a una cuenta de Bancolombia. “El seguro le queda activo a partir de mañana”, escribieron.
El Subintendente, siempre precavido, se levantó temprano e ingresó al Registro Único Nacional de Tránsito, Runt, el sistema donde se encuentra la información de los vehículos, y vio que su Soat seguía vencido. Escribió de nuevo al chat y nadie le contestó.
De inmediato llamó a su banco e hizo la denuncia de la estafa. También se dirigió a la Fiscalía. La cuenta donde consignó, le informaron, tenía fondos. El banco la bloqueó de manera temporal. Pero hasta el momento al Subintendente no le han devuelto su dinero. El banco no tiene la potestad de sacar recursos de una cuenta y devolverlo, a no ser que sea una orden de la justicia. La investigación es larga, pero se debe denunciar ante la Fiscalía para no perder la esperanza de recuperar la plata. Mientras tanto, los compañeros del Subintendente en la Policía hicieron una rifa para comprar de nuevo el Soat.
Un investigador de la Unidad de Delitos Informáticos de la Sijín asegura que hay semanas en las que a diario recibe entre una y tres denuncias de ciudadanos que advierten haber sido estafados al intentar comprar el Seguro Obligatorio Contra Accidentes de Tránsito.
— Es una modalidad de estafa recurrente y masiva. Hay que tener en cuenta que existe un subregistro del número de víctimas, porque lamentablemente no todas las personas denuncian – dice el investigador.
Según la Secretaría de Movilidad de Cali, entre el 1 de enero y el 21 de agosto de 2023, fueron reportadas 93.068 infracciones “por código DO2″, es decir conducir sin el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito vigente. Por el mismo motivo se inmovilizaron 3.759 vehículos. Lo que se desconoce es cuántas de esas casi 100 mil multas corresponden a personas que fueron estafadas al comprar el Seguro.
— Cuando fui a hacer el curso para pagar las multas que me impusieron por transitar sin el Soat vigente, conocí historias como la mía: fuimos estafados – cuenta Enrique, un comunicador social que pide que no escriba sus apellidos. Las víctimas temen denunciar públicamente con su identidad a sus estafadores, pues estos quedaron con todos sus datos: dirección, teléfono, correo y demás.
Enrique conduce un carro familiar, cuyos gastos los distribuyen entre su mamá, su hermana y él. Unos días antes había pagado la revisión Técnico Mecánica. A su hermana le correspondía comprar el Soat. Ella intentó hacerlo en línea, por las páginas de Seguros Mundial y Sura. No lo pudo hacer, estaban saturadas. Entonces se fue a un centro comercial, recorrió gasolineras, y tampoco encontró a nadie que le vendiera el Seguro. Ella no tenía más tiempo para dedicarse al trámite, así que le pidió a Enrique que se encargara.
Un familiar le mandó enseguida un enlace donde le habían dicho que se podía conseguir el Soat muy rápido: www.misoatbolivar.com. La página fraudulenta sigue activa, por cierto. Allí, a Enrique le pasó lo mismo que al Subintendente de la Policía: lo remitieron a un chat de WhatsAapp cuya foto es el logo de Seguros Bolívar. El número es 321- 467- 4033.
Lo atendieron de maravilla, le cotizaron el Soat y hasta le ofrecieron un bono de gasolina por $40.000. Enrique pensó que era una buena oportunidad de ahorrar dinero en la compra de un Seguro cada vez más costoso y transfirió a una cuenta de Bancolombia $877.000. Apenas ahora recuerda que Seguros Bolívar tradicionalmente ha tenido convenios con el banco Davivienda.
Cuando Enrique fue a redimir el supuesto bono a una gasolinera – un código QR- , le dijeron que allí no lo canjeaban. Él escribió al chat donde lo habían atendido y nadie respondió. Enrique no le dio importancia.
Hasta que unos días después fue notificado de que tenía una primera multa de tránsito por no tener el Soat vigente. Mientras la notificación del comparendo le llegaba a su casa, le impusieron una segunda multa.
— Entre la estafa de $877.000, comprar de nuevo el Soat y pagar las dos multas, he perdido alrededor de $4 millones. En el curso vial que hice para acceder al descuento del comparendo, un señor expuso la misma situación: lo estafaron como a mí al comprar el Soat y tenía dos multas. Él se fue manejando desde Cali hasta Bogotá sin el seguro. Decía que si le pasaba algún accidente le cobran esta vida y la otra por no tener el Soat. Los estafadores están poniendo en riesgo la vida de las personas – comenta Enrique quien, pese a tener todas las evidencias de la estafa, y las denuncias, no logró controvertir o demandar las multas que le impusieron.
Mientras atiende a uno de sus clientes, también estafado al comprar el Soat, y multado por el Tránsito por no tener el Seguro Vigente, Sergio Beltrán, gerente de la firma Led Serd Abogados, explica que no hay posibilidad de apelar estos comparendos. La norma dice que es obligación de todo ciudadano tener el seguro vigente, y ello no se cumplió, luego hay lugar a multa, no importa que la persona haya sido víctima de fraude.
Quien además sea multado en más de una ocasión se incurre en una reincidencia, tipificada en el artículo 124 del Código Nacional de Tránsito. Allí se lee que tener dos infracciones al tránsito en un periodo inferior a seis meses ocasiona suspensión de la licencia de conducción por seis meses.
Juan dice que Dios es muy grande con él. Conduce una buseta escolar, y en la ruta hacia el colegio pasó cuatro veces durante dos días seguidos por una cámara de foto detección ubicada en la Autopista con 44, en Cali. Debido a la estafa de la que fue víctima, tenía el Soat vencido. Sin embargo, no le notificaron ninguna multa.
— Caí en la estafa por inocente y por una necesidad. Obtener un Soat es bien complejo, y eso no les importa a las autoridades. Si no lo tienes vigente te multan. Les vale hongo que no hay quién lo venda fácilmente – dice molesto.
Ni a Juan ni a su esposa les gusta comprar nada por Internet. No se sienten seguros. Por eso él recorrió los puntos físicos tradicionalmente autorizados para vender el Soat. Cuando por fin encontró uno, se llevó una sorpresa: le vendían el seguro, pero debía pagar $50 mil por el trámite. Le explicaron que debían hacer ese cobro porque el gobierno redujo el margen de sus ganancias por decreto.
A Juan le pareció excesivo pagar $50 mil adicionales, aunque ahora que lo piensa reconoce que le habría salido más barato. “Uno cree que se las sabe todas y no es así”.
Juan procedió entonces a lo que hicieron todas las víctimas. Ingresó a Internet, llegó a una página fraudulenta que simulaba ser la de una compañía de seguros, lo remitieron a un chat de WhatsApp, hizo una transferencia a Bancolombia y a cambio le enviaron en PDF su supuesto Soat. Él lo imprimió y salió tranquilo a trabajar en su buseta escolar.
Por esos días debía hacer la revisión técnico – mecánica e ingresó al Runt para verificar la fecha. Fue cuando se enteró de que su Soat seguía vencido. Cuando leyó el papel que había impreso vio varias inconsistencias. En teoría había comprado el Soat por la compañía Mundial de Seguros. En la letra pequeña del papel que imprimió aparecía el nombre de otra compañía, La Previsora. Le mandaron un Soat falso, vencido ya, al que le habían puesto encima sus datos para evitar sospechas.
El investigador de la Unidad de Delitos Informáticos de la Sijín explica que los estafadores han perfeccionado una vieja forma de robo hasta hacerla casi imperceptible: el Phishing. Consiste en diseñar páginas web muy similares a las oficiales de bancos y compañías de seguros, con lo que logran engañar a los ciudadanos, en especial a los que necesitan con urgencia adquirir un servicio o producto de difícil acceso, como el Soat.
— Los delincuentes diseñan estas páginas falsas en donde la gente ve el logo de la compañía de seguros, lo que le da confiabilidad. Las diferencias con la página verdadera son sutiles. Al dar clic en esa página, los redirecciona a un chat de WhatsApp donde tratan a la gente de la misma manera que lo hace un vendedor de seguros. Para motivar la compra, ofrecen descuentos o bonos de gasolina, y con un Soat costoso es fácil que la gente caiga en la tentación. Incluso mandan en PDF el Soat, idéntico al original, pero son falsos, con números de póliza que no existen. Como el seguro se demora en cargarse al Runt, la gente no tiene cómo verificarlo en el momento de la transacción. Por lo regular les piden que consignen a cuentas, Nequi o Ahorro a la Mano. Los ciudadanos no caen en la cuenta que una compañía de seguros no ofrece una cuenta Nequi para que le consignen, ofrecen la opción de PSE, o tarjeta de crédito. Y cuando hacen la transferencia, les dejan de contestar. Una vez la persona paga, el estafador tiene a alguien en los cajeros sacando el dinero, para evitar que los recursos queden en la cuenta si la bloquea el banco.
A Edwin, un instructor de gimnasio, le dio tranquilidad al comprar su Soat de moto el hecho de que en el buscador de Google apareciera entre los primeros resultados la página de una supuesta compañía de seguros, que en realidad resultó ser una web falsa.
— Deben ser delincuentes con recursos y conocimientos avanzados, es lo que se necesita para posicionar una página en Google – dice Edwin, quien, cuando le pregunté si fue multado por no tener el Soat vigente a raíz de la estafa, no tenia idea. Unas horas más tarde envió el pantallazo del Runt donde aparecía la multa.
El investigador de la Unidad de Delitos Informáticos de la Sijín le da la razón a Edwin. Detrás de estos estafadores hay una enorme red con recursos y conocimientos avanzados de informática dedicada a engañar a los ciudadanos, que está siendo investigada por la Fiscalía y otras autoridades.
— Es como una especie de call center, dedicado a estafar ciudadanos, y el Soat es apenas una de sus modalidades. Bloqueamos páginas fraudulentas constantemente, pero al otro día sacan otra igual – dice el investigador, quien advierte:
Los estafadores se quedan con la base de datos de las personas que fueron engañadas, y en ocasiones o venden esas bases de datos a otros ciber delincuentes, o pasado un tiempo intentan de nuevo engañar a las víctimas, cada vez de formas más sutiles, como mensajes de texto en donde notifican supuestas multas de tránsito y la gente, asustada, da clic. Su lógica es que si alguien cayó una vez, podría hacerlo de nuevo.
¿Será posible recuperar la plata? La respuesta de Bancolombia
Sí, es posible recuperar el dinero de una estafa realizada a través de la venta de Soat falsos. Pero hay que tener paciencia. Será un proceso largo.
Bancolombia reconoce que es una denuncia recurrente en el último año por parte de los usuarios. Lo que la entidad bancaria recomienda es denunciar cuando esto sucede, tanto con el banco, como con la Fiscalía.
Cuando el banco recibe la alerta de un posible fraude, lo que hace de inmediato es congelar de manera temporal la cuenta del presunto estafador. En ese lapso de tiempo la víctima debe también poner la denuncia ante la Fiscalía. De lo contrario, el banco, pasados tres días, tendrá que desbloquear la cuenta. El banco no puede cerrar una cuenta, ni devolver dinero de ninguna cuenta, por petición de un ciudadano. Si lo hace, es por orden de una autoridad competente. De ahí la importancia de denunciar.
Una vez la Fiscalía inicie la investigación, puede ordenarle al banco que congele la cuenta y los recursos hasta el tiempo que sea necesario para determinar si hubo fraude. En caso de comprobarse, es la autoridad competente la que le ordena al banco devolver el dinero a la víctima, en caso de que los recursos estén en la cuenta. De ahí la importancia de denunciar.
Otras recomendaciones
1. Ingrese al sitio oficial de la aseguradora y verifique si existen o no ofertas del Soat.
2. No comparta datos personales a través de redes sociales o servicios de mensajería instantánea.
3. No adquiera pólizas cuando le soliciten consignar a cuentas de personas naturales.
4. Consulte la idoneidad de los intermediarios de seguros.
5. Pregunte al banco donde tenga su dinero si existe algún convenio o alianza con alguna aseguradora.