Con heridas en el cuello, el pecho y la mandíbula, y con sangrado pulmonar, permanece el patrullero John Rodríguez Sandoval, quien recibió a la altura de su pecho la explosión de una papa bomba que se lanzó desde la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.

En las últimas horas, el hospital de la Policía entregó el estado médico del patrullero, en donde indicaron que fue inducido a un coma para proteger su estado neurológico debido a la gravedad de sus heridas. En el momento, está internado en la unidad de cuidados intensivos.

Estos enfrentamientos que se registraron entre el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y los encapuchados de la Universidad Nacional de Colombia quedaron registrados en diferentes cámaras de video de la zona.

En estas imágenes que circularon por redes sociales se observa cuando uno de estos artefactos explosivos, conocidos como papas bomba golpeó violentamente al patrullero Rodríguez y este de manera inmediata se desploma frente a sus compañeros, quienes lo auxilian al instante.

Por otro lado, otro de los uniformados registró herida en sus manos por otra papa bomba que se lanzó desde la Universidad. Afortunadamente, este uniformado está fuera de peligro y tiene incapacidad de tres días.

Alcaldía de Bogotá anunció recompensa

Frente a estos disturbios que se registraron en las horas de la tarde del jueves, 9 de junio, las autoridades anunciaron una recompensa millonaria para identificar a los responsables que atentaron contra el uniformado del Esmad.

“Ofrecemos hasta $20 millones a quien suministre información que nos permita capturar a los delincuentes que atentaron contra el patrullero John Rodríguez, cuyo pronóstico de salud es reservado. La Fiscalía General de la Nación y el grupo élite de la Policía Metropolitana de Bogotá están al frente de la investigación”, señaló el mayor general William Salamanca.

De las manifestaciones se conocen que iniciaron como una conmemoración del asesinato de Gonzalo Bravo Pérez, un estudiante de derecho que murió en la Masacre de las Bananeras en 1929.

Cabe señalar que mientras se registraban estos enfrentamientos la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, solicitó al director de la Policía Nacional que detuviera a los criminales.

“Le solicito expresa y públicamente al director de la Policía Nacional que de común acuerdo con la Rectoría de la Universidad ingrese y detenga a estos criminales que ya atentaron contra la vida de un policía y si los dejan seguir actuando impunemente pueden atentar contra más ciudadanos o policías”, escribió la mandataria en su cuenta de Twitter.

Rechazo de estos actos de delincuencia

Con un fuerte llamado en el que exigen el respeto a la vida y a la integridad de los miembros de la Fuerza Pública, la Personería de Bogotá rechazó estos actos de violencia que dejó a estos dos patrulleros heridos y a uno de ellos en estado crítico de salud.

“Como personero de Bogotá, con ocasión de los hechos registrados en la Universidad Nacional de Colombia, exijo respeto a la vida y a la integridad de la ciudadanía y rechazo todo acto de violencia. Es inadmisible el ataque recibido a dos jóvenes policías con artefactos explosivos. Nos solidarizamos con los patrulleros y con sus familias por esta situación”, señaló el personero distrital, Julián Pinilla.

Durante los actos de violencia que se estaban registrando en esta zona, la Personería brindó el apoyo de evacuación de los estudiantes del campus universitario y del colegio que se encuentran en la zona para garantizar su seguridad.

Cabe señalar que la alcaldesa Claudia López fue enfática en que no se debe estigmatizar a los jóvenes estudiantes ni a las universidades públicas.

“Hechos criminales como los de ayer son totalmente ajenos al estudiantado y a la comunidad universitaria, con quienes solo queremos que Bogotá y Colombia tengan paz, educación, trabajo digno y oportunidades”, citó en su cuenta de Twitter la mandataria.

Además, puntualizó en decirle al presidente Gustavo Petro que se le debe exigir al ELN y a las disidencias de las Farc que “dejen en paz a los niños, niñas y jóvenes, y que respeten todas las instituciones educativas como territorios de paz”.