Un celador de 24 años, fue brutalmente asesinado en San Andresito de San José, centro de Bogotá, el pasado fin de semana. El joven, que llevaba pocas semanas trabajando en la zona, se enfrentó a un grupo de ladrones que intentaban robar piezas de vehículos estacionados en las calles del concurrido sector.
Los hechos ocurrieron en la calle 9 con carrera 22 hacia las 5:30 de la madrugada del sábado 27 de abril. A través de un comunicado, la Confederación Nacional del Gremio de Vigilancia Privada de Colombia indicó que la víctima habría tratado de detener a un grupo de cinco ladrones con cuchillos que trataban de robar partes de vehículos parqueados en la vía pública.
“Lamentamos y rechazamos este crimen que segó la vida de un joven que empezaba su camino en el sector y estaba realizando su labor como vigilante. Así mismo pedimos a las autoridades que se esclarezca este hecho de violencia para dar captura a los responsables”, se lee en el comunicado.
Las cámaras de seguridad de la zona registraron el momento en que el joven fue atacado con arma blanca por el grupo de delincuentes. En el clip, logra verse que el vigilante identificado como Brayan Steven Nossa, se desplomó en la mitad de la vía cuando corría por su vida.
“En medio de la riña, estos sujetos le ocasionaron una herida a la altura del tórax por lo que lamentablemente el vigilante perdió la vida”, detalló el teniente coronel Héctor Rodríguez, comandante operativo de Seguridad Ciudadana.
Al parecer, los delincuentes no solo acabaron con la vida del vigilante, sino que también agredieron a un comerciante de la zona. El uniformado aseguró que una vez se tuvo conocimiento de los hechos se activó la línea de investigación criminal con la Sijín.
“Se realizaron las entrevistas a los vecinos que estaban deambulando por las calles y se verificaron las cámaras de video del sector comercio para lograr esclarecer el modo en el que se dieron los hechos y poder establecer la identidad de las personas que le causaron la muerte al vigilante”, detalló el Coronel.
Según reveló El Tiempo, el celador llevaba más de cuatro años ejerciendo labores de vigilancia. Además de su formación en vigilancia privada, Brayan Steven era técnico en serigrafía. Entre otros detalles, se conoció que el joven vivía con sus padres, dos hermanas y su pareja sentimental, a quienes apoyaba económicamente.