Las Fuerzas Militares y los indígenas hallaron nuevos elementos que, al parecer, fueron dejados por los niños de 13, 9, 4 años y 11 meses. Lo encontrado se suma al tetero, la huella y la balaca de cabello que fueron encontrados hace una semana en las labores de rescate que iniciaron hace 17 días cuando ingresó el primer grupo de Comandos de las Fuerzas Especiales.
El trabajo se ejecuta de manera conjunta con un grupo de indígenas Nukak en la Operación Esperanza. De acuerdo con las Fuerzas Militares lograron ubicar en dos lugares diferentes pañales, tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla.
Destacan que la zona donde están los menores tiene características complejas por la humedad, no se ve más allá de los 20 metros de distancia y aseguran que los rayos del sol no alcanzan a pasar por entre los árboles.
“El primer hallazgo se realizó a una distancia de 560 metros al occidente del lugar del siniestro aéreo del Cessna 206. Allí una mujer Nukak, quien iba con otro grupo de indígenas y Comandos de las Fuerzas Especiales encontraron un par de tenis que por su talla pertenecerían al menor de cuatro años, un pañal usado pequeño y una toalla de color verde”, aseguran las Fuerzas Militares.
Según los análisis realizados a estos elementos, al parecer, fueron dejados en el lugar por los menores entre el 3 y 8 de mayo aproximadamente. Deducen además que existe la posibilidad de que los cuatro niños “hayan salido con vida del accidente y posiblemente no sufrieron heridas abiertas debido a que no se encontraron rastros de sangre”.
El reporte oficial confirma que el segundo rastro “fue localizado por un Comando de las Fuerzas Especiales quien iba con otros indígenas Nukak, hallando otro pañal, una tapa rosada de un tetero y un marco negro de un celular”.
Este segundo hallazgo fue ubicado a 428 metros de distancia al noroccidente del punto donde el monomotor HK2803 se siniestró y terminó con la vida de los tres adultos que viajaban en él, entre los que se encontraba la madre de los menores que son buscados.
La búsqueda es adelantada por más de 130 Comandos de las Fuerzas Especiales y alrededor de 90 indígenas providentes de los departamentos de Cauca, Putumayo, Caquetá y Guaviare.
Adicionalmente fueron lanzados más de 100 kits de supervivencia, los cuales fueron distribuidos en puntos estratégicos con el objetivo de que los pequeños los encuentren y sirvan para seguir sobreviviendo en la zona.
Los kits fueron arrojados a la zona desde helicópteros del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea, y cada uno contiene agua, sueros orales, galletas, bocadillos, fariña, geles energizantes y encendedores de fuego.
Adicionalmente, los integrantes de la Operación Esperanza buscan que estos kits se conviertan en pistas e indicios ya que, “al ser consumidos, sus rastros podrán ser vistos por la tropa y así continuar direccionando la búsqueda en esa compleja zona del suroriente del país”.
De otro lado, a través de la red de emisoras Colombia Estéreo, los soldados del Ejército Nacional que desempeñan su labor como locutores radiales, han emitido de manera constante mensajes de búsqueda y cuñas informativas con el fin de reunir información que permita localizar y dar con el paradero de los menores.