Al caer la tarde de este sábado 9 de marzo, la vereda de Modeca en el municipio de Corrales, departamento de Boyacá, arde intensamente a causa de un incendio forestal que ya ha consumido un importante terreno ante los esfuerzos de los organismos de socorro por sofocarlo.
Bomberos de los municipios de Sogamoso, Nobsa, Duitama, Busbanzá, el personal de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) y también de la empresa Acerías Paz de Río, cercana al lugar de la conflagración y que corre peligro por las llamas, combaten la emergencia a esta hora.
El incendio se presentaría exactamente en Alto de Culatas, en la vía que conecta a Nazareth con Corrales del sector conocido como Portachuelo.
El ingeniero Donald Agudelo, alcalde del municipio de Corrales, pidió la colaboración de más organismos de socorro del orden departamental y nacional para sumar unidades y así cubrir más terreno, cuya sinuosidad complica los trabajos.
“Rogarles el favor a todos los alcaldes de municipios vecinos que tienen cuerpos de bomberos para que nos apoyen en esta emergencia tan grande. (...) Los esperamos acá y ojalá nos puedan apoyar de la mejor manera para poderlo controlar”, dijo el mandatario local.
También llamó la atención del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, para que brinde acompañamiento con el helicóptero del departamento y se viertan grandes cantidades de agua desde los aires, ya que “no es humanamente posible acceder al lugar desde tierra para poder controlar el incendio”, agregó Agudelo.
El gobernador Amaya, por el momento, no ha hecho pronunciamiento alguno sobre un despliegue por parte de su equipo de la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo.
Por la forma en la que se han presentado las llamas, ya se empieza a manejar la tesis de que se desplegaron por manos humanas y bajo prácticas indiscriminadas e irresponsables, como viene ocurriendo en varias partes del país durante la presente temporada de sequía.
Este hecho ratifica la emergencia ambiental por incendios forestales que vive Boyacá. Hace solo unos días, una gran conflagración consumió una parte del páramo de Siscunsí, mientras en Samacá, los bomberos lucharon durante más de tres días consecutivos para apagar las llamas que devastaron el sector.
Jaisson Carreño, director de la Unidad de Riesgo Departamental, ha sido el primero en expresar su preocupación por la escasa colaboración de la Unidad Nacional cuando se ha solicitado su apoyo aéreo en las emergencias. “Por el momento, estamos a la espera del avance de la situación para explorar otras opciones de apoyo desde diferentes áreas o entidades”, declaró en días recientes Carreño.