Los perros tienen sentidos altamente desarrollados, como el olfato y el oído, que les permiten detectar y localizar personas, sustancias ilegales o explosivos, incluso en situaciones donde los seres humanos pueden tener dificultades para hacerlo y con un entrenamiento adecuado, por eso se convierten en los mejores compañeros del Ejército Nacional y la Policía.
Su entrenamiento especializado los capacita para realizar tareas específicas y trabajar en conjunto con sus manejadores o entrenadores humanos. También, por sus habilidades físicas, los perros también pueden proporcionar apoyo emocional a los miembros del ejército y la policía, ayudando a reducir el estrés y mejorar la moral.
Algunas de sus funciones principales son: la detección de drogas y explosivos, búsqueda de sospechoso, rescate, patrullaje, control de multitudes, terapia y apoyo emocional. Sin embargo, cumpliendo su labor, varios han perdido la vida en terreno.
Perros policías y militares muertos y desaparecidos en labores. Uno de los hechos más recientes es la partida de Happy, el canino antiexplosivo de las Fuerzas Militares.
Otro caso que, ha tocado en particular a la población caleña, es la perdida de Negro, quién era cuidado por el CAI de Policía del barrio Bonilla Aragón.
El pasado sábado 30 de julio, en Cali lanzaron una granada a las instalaciones de la Policía, donde un uniformado resulto herido y Negro falleció. No era un perro policía, pero es el rostro de lo que sufren animales en entornos de riesgo, que no son ayudados por otras personas y si auxiliados por policías. Ya en otros atentados, han muerto y han quedado heridos varios de estos peludos.
El caso del perro Wilson, que está desaparecido en la selva
También está presente en esta lista el caso de Wilson, el pastor belga malinois de dos años de edad, que se convirtió en un héroe en Colombia.
Después, de haber participado de las intensas labores de búsqueda durante cerca de dos meses, para encontrar a cuatro menores que se habían extraviado en la selva del Guaviare, luego de que la avioneta en la que se movilizaban sufriera un accidente.
Sin embargo, después de todo su trabajo Wilson se perdió en medio de la selva, pese a que ayudó a la localización de los niños. A la fecha, no hay rastros ni señales de este héroe que participo en la ‘Misión Esperanza’ en las selvas amazónicas del país. Por más que se amplió el tiempo de búsqueda, nunca lo encontraron.
Para terminar, está Kenia, llegó en 2019 a Santa Marta, para unirse al grupo antinarcóticos, y había detectado más de 12 toneladas de sustancias estupefacientes.
Durante un operativo de rutina, Kenia llegó al Puerto de Santa Marta, junto a su guía, el patrullero Alejandro Gutiérrez Ramírez, para inspeccionar una carga de torta de palmiste, y la perra terminó dando la señal que estos productos estaban contaminados con sustancias estupefacientes. Después, empezó a mostrar señales de debilitamiento, y murió.
Por otro lado, en el Cauca, el narcotráfico lo amenazó y hasta puso precio por su hocico. El perro tiene 7 años y en su servicio, ha logrado detectar más de un millón de estupefacientes.
Hasta el alimento tiene que revisárselo al animal para evitar un envenenamiento, o ponerle un centinela, hasta cuando duerme.