La alegría por conocer, aprender y explorar marcaron “la parada” entre los niños y niñas que participaron en la jornada de la ciencia que adelantaron los profesores del colegio Liceo Cervantes de Popayán.
Volcanes, láminas que cambian de color al introducir al agua, catapultas, cubos de rubrik gigantes, mano robótica, parqueadero hidráulico, gusanitos flotantes y dibujos flotantes fueron algunas de las creaciones de estos pequeños y pequeñas, quienes a través esta clase ejercicios, aprenden principios básicos de la física, química y la electrónica.
“Buscamos que los pequeños, a través de su imaginación, aprenden postulados básicos de las diferentes áreas de la ciencia y demás áreas del conocimiento, que ellos mismos apliquen esos conocimientos en ejercicios prácticos que adelantan con elementos que tiene a mano, porque sabemos que son conocimientos permanecerán en sus mentes por mucho tiempo”, explicó la profesora de segundo grado de esta institución educativa, Carolina Quilindo.
Por eso en la mañana de este jueves 24 de octubre, los niños y niñas de este plantel educativo se dieron cita en esta jornada de la ciencia para exponer sus creaciones en el “rinconcito de la ciencia”, como fue bautizado el patio de recreo y demás espacios del colegio, ubicado en el centro histórico de la capital del Cauca.
Durante el recorrido que realizaron por ese espacio, los niños y niñas fueron también guiados por los docentes Mara Constanza y Germán Arbeláez, quienes les enseñaron cómo funciona un robot, el aporte de la óptica al arte, los diferentes usos de la electricidad, por qué hacen erupción los volcanes y otros experimentos que estos pequeños científicos compartieron en la feria, buscando compartir entre todos el saber y las explicaciones de sus creaciones.
“La jornada de la ciencia busca acercar a niños y niñas a la física, química, a la óptica y demás áreas del conocimiento, con focos en la indagación y la participación en la construcción de sus aprendizajes, propiciando el interés por desarrollar competencias científicas a través de la observación, la exploración, la formulación de preguntas y problemas y la utilización de técnicas e instrumentos que les permitan iniciarse en el uso de procedimientos científicos de forma didáctica”, expresó la profesora Mara Constanza, otras de las responsables del estallido de ingenio y creatividad entre los pequeños.
De hecho, una de las características de los procesos académicos que adelantan los docentes del Liceo Cervantes es que los pequeños aprendan de forma intuitiva, que ellos mismos resuelvan sus dudas a partir de los conocimientos que se ven en clase.
“Es despertar sus inquietudes, su interés, complementar la educación teórica que reciben en las lecciones y es acercarse para que los niños sepan que la ciencia es algo útil, necesario, que cualquier puede ser científico siempre y cuando estudie. Queremos que los niños en la manera de lo posible estudien siempre, que nunca dejen de preguntarse sobre por que suceden las cosas para esas mentes se fortalezcan y sean los científicos del mañana, que nos ayuden a cambiar el mundo positivamente”, agregó la profesora Carolina Quilindo.