Si la pandemia del coronavirus no hubiera irrumpido en nuestra normalidad y trastocado la agenda de nuestro país, ¿qué temas del orden político estarían en la mira de todos los colombianos?
La emergencia dejó de lado asuntos importantes que se empezaban a discutir en el Congreso de la República o que ocupaban el centro de atención en redes sociales y los distintos medios de comunicación.
En ese cajón de espera quedaron temas como la reforma pensional y la tributaria, los compromisos que saldrían de las mesas que se dieron en el marco de la Gran Conversación Nacional. Quedaron quietas las protestas sociales, por lo menos en las calles. Asuntos complejos como las denuncias de la exsenadora Aída Merlano sobre compra de votos y la ‘ñeñepolítica’ también quedaron en la nevera.
Reformas
El analista político Fernando Giraldo cree que un tema muy importante que se quedó en espera es la reforma pensional.
“Hay un proyecto de reforma pensional que está guardado desde hace mucho rato y que, de alguna manera, se detuvo en noviembre por todas las protestas sociales en el país, se desempolvó finalizando febrero, pero que quedó bloqueado cuando se dio el primer caso positivo de Covid-19”.
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Asimismo, desde el Gobierno se alcanzaron a mostrar señales de una reforma laboral cuando la entonces ministra de Trabajo, Alicia Arango (hoy Ministra del Interior), se pronunció sobre algunos elementos que contenía la propuesta, entre ellos, contratar por horas.
Otro tema que por ahora está quieto es la reforma tributaria. Pese a que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, le abrió la puerta a esta media para compensar el aumento del gasto y la caída de ingresos por petróleo y cuarentena, el Gobierno descartó que se impulsaría en este momento.
Pero, expertos coinciden en que una reforma tributaria será inevitable.
“Apenas pase la pandemia, unos tres meses después, se viene una reforma tributaria, y esta vez está prácticamente justificada desde el punto de vista de cómo quedan las arcas del Estado, porque no veo de donde va a echar mano”, señala Giraldo.
Agrega que otro asunto del que estaríamos hablando es del intento por la reforma a la Justicia Especial para la Paz, JEP, pues, principalmente, el partido de Gobierno no ha desistido de esa idea y aunque ahora se habla menos del asunto, el tema no ha muerto.
Así también, se quedó de lado la reforma a la Justicia que se esperaba presentar al Congreso en este semestre y quedó aplazado para el siguiente por el riesgo a de ser archivados por falta de tiempo y debates.
La Gran conversación y las protestas
Para estas fechas ya se habría conocido de los compromisos que hubiesen salido de la Gran Conversación Nacional, con la cual el presidente Iván Duque pretendió hacerles frente a las protestas que iniciaron el 21 de noviembre del año pasado.
Queda pendiente conocer los informes finales de las diferentes mesas de trabajo que se alcanzaron a convocar, como la de paz, la educación, la de asuntos económicos y la jóvenes.
“Seguramente estaríamos en el debate de si el Gobierno tuvo la capacidad de incorporar la serie de demandas de las movilizaciones que se desataron desde el 21N, las cuales se habrían diluido bastante, pero habrían complicado mucho la gobernabilidad del Presidente”, afirma el analista político John Mario González.
Precisamente, del paro nacional poco se habla por estos días, pues las marchas por las calles del país tuvieron que reducirse a aislados cacerolazos.
Pero, dice Giraldo que las manifestaciones que se detuvieron “apenas pase esto, se van a reavivar. Esos anuncios que tendrá que hacer el Gobierno van a encontrar una resistencia muy grande”.
Polémicas
Poco se habla también de las investigaciones abiertas por las denuncias de la exsenadora Aída Merlano por presunta compra de votos para la campaña presidencial de Iván Duque y aportes a las campañas del uribismo.
Lo último que estuvo en el centro de la atención en este caso fueron las polémicas declaraciones de la excongresista a la periodista Vicky Dávila, donde aseguró que miembros de las familias Char y Gerlein fueron los que orquestaron su fuga y estaban planeando asesinarla por querer colaborar con la justicia.
En la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes se anunció la apertura de una investigación en contra del presidente Duque por las declaraciones de Merlano, pero poco se ha escuchado mencionar.
Por otra parte, se apaciguó en cierta medida el escándalo que relacionaba al Mandatario y a otros miembros del partido Centro Democrático con José Guillermo Hernández, ‘el Ñeñe Hernández’, un difunto narcotraficante, que presuntamente habría aportado dinero a la campaña presidencial del actual Jefe de Estado.
Lo último que generó ruido fue la captura de dos investigadores de la Dijín, quienes fueron los encargados de las interceptaciones telefónicas hechas al ‘Ñeñe’. Según la Fiscalía, en la investigación contra Hernández, estos habrían incluido líneas telefónicas para interceptación que no hacían parte del caso. El hecho despertó críticas en contra del Fiscal General, Francisco Barbosa, a quien le piden declararse impedido en el caso, por su cercanía con el Presidente.
Aunque si bien, el tema se ha movido, no ha ocupado gran espacio en la opinión pública.
Lo mismo ha pasado con el caso de los presuntos ‘perfilamientos’ que habría realizado el Ejército a opositores, líderes sociales y periodistas. Aunque desde muchos sectores se ha intentado mover el asunto, este ha sido opacado por la emergencia sanitaria.
También quedó atrás la polémica por la investigación de la organización Insight Crime, que reveló supuestos nexos del narcotraficante colombiano Guillermo León Acevedo, conocido como ‘Sebastián Colmenares’ o ‘Memo Fantasma’, con la familia de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez
Venezuela
La Fuerza Armada Nacional (FAN) de Venezuela informó a principios de mayo que fueron incautadas tres lanchas de combate con emblemas de la Armada de Colombia, las cuales estaban abandonadas en el municipio Cedeño del estado Bolívar.
La FAN señaló que las lanchas sin tripulantes estaban armadas con ametralladoras calibre 50 y M60, así como sus respectivas municiones.
La Armada Nacional colombiano explicó que dichos botes, que estaban amarrados sobre el río Meta en el paso fronterizo en Vichada, fueron arrastrados por la fuerte corriente del afluente.
El presidente Nicolás Maduro aseguró que: “le corresponde al presidente de Colombia solicitarme la entrega de las lanchas”.
El hecho fue relacionado con una posible intervención militar, sin embargo, el tema también fue puesto en segundo plano.