Todo un milagro: los cuatro niños que se encontraban desaparecidos después de que la avioneta en la que viajaban se accidentara aparecieron con vida.

Fuentes militares confirmaron que los niños perdidos fueron encontrados con vida este viernes, 9 de junio. “Milagro, milagro, milagro”, señaló, fue el reporte preliminar.

Los menores de edad lograron sobrevivir a la selva gracias a los cuidados y conocimientos de una niña de 13 años, quien es la mayor del grupo, pues pudo orientarlos.

La niña cuidó a los demás menores de 9, 4 y 1 año, quienes son sus hermanos, según lo confirmó Semana.

Los niños comenzaron a dejar rastros, pues se encontraron durante su búsqueda unas tijeras y una moña con su respectivo empaque.

Las tijeras encontradas. | Foto: SEMANA

Más allá de eso, en la zona boscosa de la vereda Palma Rosa del municipio de Solano en el departamento de Caquetá, donde fue encontrada la aeronave por los integrantes de las Fuerzas Militares, también se evidenciaron rastros de alimentos que fueron dejados por los menores.

De hecho, la niña pudo identificar los elementos que la selva producía y cuáles le servían para alimentar a sus hermanos, para así, darle al organismos los nutrientes necesarios para seguir con vida. Así lo confirmó Semana.

El equipo de búsqueda encontró esta fruta al parecer consumida por los menores. | Foto: SEMANA

Gracias a los esfuerzos de la niña de 13 años, la menor encontró todo lo que necesitaban para mantenerse con vida y proteger a sus hermanos.

Precisamente, la menor utilizó los elementos necesarios y logró organizar a los demás para incluso construir un cambuche que los protegía del agua, les permitía descansar y les daba algo de seguridad tanto de día como de noche. De acuerdo con los militares en la zona, este lugar fue construido con hojas y palos.

Adicionalmente, los comandos de las fuerzas especiales encontraron un bolso abierto, cosméticos, calzado y otros elementos que al parecer fueron utilizados por la niña de 13 años y sus hermanos para sobrevivir en medio de lo oscuro y húmedo de la zona donde se encontraban.

Estas habilidades de la niña de 13 años comenzaron por medio de un juego, Damaris Mucutuy, tía de los menores, hermana de Magdalena Mucutuy Valencia, la madre de los niños y quien murió en el accidente, reveló que un juego que realizaba con ella habría permitido que sobrevivieran los 40 días en la selva, comiendo frutos tropicales, en cambuches y en medio de condiciones inhabitables.

Todo comenzó como un juego

Según Damaris, el juego que sin pensarlo sirvió para entrenar a la pequeña de 13 años y la formó como toda una heroína se dio también en medio de la selva, no con las mismas condiciones, sin embargo, la guió sobre cómo construir un refugio y qué comer.

“Nosotros armábamos, cuando jugábamos, como ranchitos y con esas fotos que nos enviaban yo pienso que ella era la que hacía eso. Yo sentía en mi corazón porque ella tiene la capacidad de aprender muchas cosas y yo siento que ella fue la que hizo que sus hermanitos sobrevivieran también”, dijo la mujer en una entrevista en Caracol Noticias.

“Ella conocía qué frutos no puede comer porque en la selva existen muchas frutas venenosas, rasquiñosas y uno sabe qué fruta puede comer y qué frutos no puede comer. Además, ella netamente sabía muchas cosas, como cuidar un bebé, y saber cuando el bebé está llorando si se siente fastidioso, ella cuidó al hermanito desde los 5 años, desde ahí ella quedó como ayudándole a la mamá”, afirmó la tía.

Grupo de rescatistas junto a los cuatro niños en la selva del Guaviare. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Increíblemente, lo que parecía un juego terminó siendo entonces la salvación de los niños bajo el liderazgo y cuidado de su hermana mayor.

De hecho, desde un comienzo sus familiares explicaron que quizá la niña mayor estaría efectivamente cuidando de sus hermanos e incluso su abuela.

Vale la pena destacar que los menores viajaban junto con tres adultos en la avioneta tipo C206, que despareció el día 1 de mayo en la selva del Caquetá. La aeronave de matrícula HK 2803.

Los cuerpos de los adultos fueron encontrados sin vida; sin embargo, los cuatro menores permanecieron desaparecidos en medio de la manigua y solo la pericia y el conocimiento de la zona les permitieron sobrevivir.

Las víctimas de este accidente son Hernando Murcia Morales, quien es el piloto de la compañía Avianline Charter’s, que alcanzó a reportar fallas en el motor y se declaró en emergencia ante la torre de control; Magdalena Mucutuy Valencia, de 33 años, quien es la madre de los cuatro niños que lograron sobrevivir, y Hermán Mendoza Hernández, quien era el director de la fundación de profesionales indígenas Yetara.

Precisamente el Ejército Nacional, en conjunto con las demás fuerzas armadas, se valieron de distintas estrategias para dar con los niños. Incluso, desde el helicóptero, mientras se adentraban en las capas de bosque, las autoridades reproducían un audio de la abuela de los niños para así localizarlos.

“Leslie, le pido el favor, que yo soy su abuelita Fátima, usted me entiende, tiene que estar quieta porque el Ejército los están buscando por el bien de ustedes (...) Hija, le agradezco que esté quieta, parada, si usted escucha a micrófono, hija, esté parada ahí para que ellos le traigan a usted y si se siente agotada, solo mi Dios lo sabe”, se escuchaba.

Cabe destacar que también la noticia del hallazgo con vida de los cuatro niños fue confirmada este viernes, 9 de junio, por el presidente Gustavo Petro en Twitter en las que escribió: “¡Una alegría para todo el país! Aparecieron con vida los 4 niños que estaban perdidos hace 40 días en la selva colombiana”.

Así fue el rescate de los niños perdidos en Guaviare

En los videos que fueron difundidos por las redes sociales del Ministerio de Defensa y de la Fuerza Aérea Colombiana, se deja ver cómo, en medio de la selva espesa, los comandos encargados del rescate sacan a los cuatro niños desaparecidos para ponerlos a salvo.

Todo esto se llevó a cabo en el helicóptero de las autoridades a más de 60 metros de altura, en medio de altos árboles que dejan ver cómo transcurría el rescate para después llevar a los menores, que presentaban señales de deshidratación y picaduras de insectos, con los médicos.