Un par de adultos mayores en el aeropuerto El Dorado de Bogotá captaron la atención de los colombianos, quienes los han visto pasar sus últimos cinco meses durmiendo en las instalaciones aeroportuarias, enfrentando con el ruido que hacen propios y turistas.
Se trata de César Augusto Facciola, de 70 años, y su señora madre Beatriz, de 90, quien pasan cada noche en las sillas del aeropuerto El Dorado de la capital colombiano por necesidad.
Estos dos individuos le contaron a Noticias RCN cómo llegaron a dormir al aeropuerto, sin llamar la atención de los más de 50.000 personas que circulan este lugar a diario, y que sin conocer su desgarradora historia, le pasaron por el lado muchas veces.
El hombre de 70 años manifestó que dormir en las instalaciones de El Dorado es bastante incómodo, debido a la posición que asumen en las sillas es inadecuada. Además, reveló que la postura para descansar provoca inflamación en las piernas, dolor muscular y de espalda a causa de la mala circulación.
“Hemos tenido muchos altibajos, hay momentos en que ella se desespera y me dice: ‘Sáqueme de esto, por favor’”, dijo César Facciola al medio de comunicación frente a la angustiosa situación que está viviendo.
Asimismo, Augusto contó que han aguantado hambre y que por algunos instantes ha tenido pensamientos suicidad, sin embargo, estos se esfuman por la presencia de su mamá y la certeza de que ella lo necesita para sobrevivir.
¿Por qué llegaron a vivir al aeropuerto?
Según contó Facciola, llegaron a vivir en El Dorado debido a que su emprendimiento fracasó, lo que produjo la peor crisis que él y su mamá han llegado a vivir. Hace tres años, sufrió perdidas de 600 millones de pesos en vehículos de carga, lo que deterioro su economía y, por lo tanto, perdió todo.
Inicialmente, los adultos mayores vivían de alquiler en el barrio Cedritos, en el norte de Bogotá, pero luego de no pagar la renta, se quedaron en la calle.
Pese a que las autoridades locales son consientes de lo que vive Augusto Facciola y su mamá Beatriz y les han ofrecido refugios temporales, el hombre de 70 años asegura que enfrentaron un entorno complicado, marcado por las dificultades que experimentaron en la calle, por situaciones ajenas a ellos.
Otra de las alternativas era un hogar geriátrico, pero para César esto es inquietante, pues no conoce lo que tendría que vivir su madre, indicando que esa opción puede ser perjudicial para la señora de 90 años.
Bajo este contexto, varios compatriotas de estas personas se han desplazado hasta el aeropuerto internacional El Dorado para brindarles comida y otras ayudas.
“A uno como que ya no le sale la respiración, así me he sentido. Esperando, rogándole a Dios cada minuto, cada segundo que por favor me regale un techo. Le pido a Dios que podamos salir lo más pronto posible porque no voy a pasar una Navidad aquí sentada”, expresa Beatríz.
Así las cosas, una comunidad cristiana que se enteró de la situación de este par de ancianos, les brindó un hospedaje para que puedan pasar las fiestas de fin de año.
“Se ha presentado un señor en el aeropuerto, es cristiano, y nos ha ofrecido su casa para pasar lo que resta de la temporada y resto de enero. Voy a aceptarlo”, indicó César Facciola.