Mediante su cuenta de X, antes Twitter, el expresidente Álvaro Uribe Vélez reaccionó de forma vehemente ante las acusaciones del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, por su presunto conocimiento de la masacre de El Aro.
”Este bandido de Salvatore Mancuso ahora cambia de versiones sobre El Aro para justificar el beneficio de la creación dolosa de la teoría bisagra de la JEP-FARC. Lo agregaré a las denuncias en Estados Unidos y ante la Fiscalía de Colombia”, agregó Uribe.
Cabe recordar que esta masacre fue perpetrada el 22 de octubre de 1997 en el corregimiento de El Aro, en Ituango (Antioquia), donde integrantes de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá asesinaron a 17 campesinos y otros tantos fueron desplazados de sus tierras.
Frente a los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz, Salvatore Mancuso aseguró que el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, siempre tuvo conocimiento de la operación que derivo en la masacre de El Aro.
”Fue Iván Ramírez quien me manda para que organice y coordine la operación que nos pide Pedro Juan Moreno. Pedro Juan Moreno viene a nombre de Uribe, Uribe se ha reunido conmigo, y yo me reuní con el coronel Raúl Suárez, comandante de la Policía de Córdoba, me llevó a reunirme a la finca de Uribe, el gobernador Uribe para aquel momento, y Uribe siempre tuvo conocimiento de la operación de El Aro”, aseguró Mancuso a la JEP.
“Tendrá que probar que yo sabía de El Aro. Repito, nunca se reunió en el Ubérrimo conmigo, nunca hablamos, no pasé de cruzarnos saludos por mi vinculación a Montería y sin que se supiera que era bandido. Logros de la dolosa teoría bisagra de la JEP-FARC”, agregó Uribe en otro trino.
Justo este viernes, 17 de noviembre, el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Salvatore Mancuso fue aceptado en la Jurisdicción Especial para la (JEP), luego de sus aportes a la justicia transicional.
La Justicia Especial determinó que los aportes de Mancuso fueron novedosos y pertinentes para probar su rol como “bisagra o punto de conexión” entre el paramilitarismo y la Fuerza Pública. Por ello, la Sala de Reconocimiento será la encargada de profundizar en su verdad.
De acuerdo con la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, lo que Mancuso contó en su audiencia de cuatro días en mayo, lo que dijo en varias diligencias reservadas y lo que entregó como documentos logra explicar cómo fue la alianza entre el Estado, las Convivir y el grupo paramilitar de los hermanos Castaño.
Además, lo aportado tiene potencial de seguirse fortaleciendo, y por ello la Jurisdicción Especial debe asumir la tarea de profundizar lo dicho por el exjefe paramilitar. Las víctimas, el Ministerio Público y la magistratura observarán su actitud y definirán qué sigue, por ejemplo, en cuanto a las sanciones que se le podría imponer.
Mancuso, preso en Estados Unidos desde 2008 por narcotráfico, había intentado entrar a la JEP, pero el sistema transicional le cerró sus puertas en 2020. La Sala de Reconocimiento, en su momento, había dicho que solo había fue miembro del paramilitarismo, algo que se escapa de su competencia.
No obstante, tras varios recursos judiciales, la Sala de Definición definió que podía escuchar al exparamilitar para comprender si fue materialmente parte de la Fuerza Pública. Es decir, si fue más que un “miembro orgánico de la estructura criminal”.
Mancuso, a su turno, contó lo que recuerda sobre cuatro temas fundamentales: las Convivir, las operaciones entre paramilitares y la Fuerza Pública, las alianzas con civiles y la filtración de información por parte del DAS para perfilar a objetivos militares.
La JEP, finalmente, determinó que sus aportes son suficientes para admitirlo y para apoyar en la construcción de los macrocasos 03 (‘falsos positivos’), 04 (situación del Urabá) y 08 (crímenes cometidos por la Fuerza Pública en alianza con los paramilitares), aunque la Sala de Reconocimiento tendrá la última palabra.
*Con información de Colprensa.