El científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, quien desde hace décadas está desarrollando una vacuna contra la malaria, fue denunciado ante la Fiscalía General de la Nación por una senadora que lo señala por maltrato animal, tráfico y caza de animales silvestres.
La senadora Andrea Padilla fue la encargada de instaurar la denuncia contra Parroyo, director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic) debido a que, asegura, son más de 7.400 los primates que desde 1984 han pasado por las manos del científico para experimentación de la vacuna contra la malaria en medio de presuntas irregularidades.
“Muchos de los procesos de captura, adquisición, experimentación y liberación de animales han estado rodeados por cuestionamientos, irregularidades e incluso denuncias por maltrato animal y tráfico y caza de animales silvestres, pero ninguno de los procesos que ha abierto la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía) contra la Fidic ha terminado en algo, por eso decidí formalmente entablar una denuncia contra la Fidic”, explicó Padilla.
La senadora y activista por los derechos animales, en ese sentido, añadió: “Han sido 40 años de incumplimiento de normas; de renuencia a crear el comité de ética que ordena la ley para controlar excesos y malos tratos a los animales; de abusar de animales sin restricciones; de renovar permisos para capturar animales, y de procesos sancionatorios sin resultados, con la complicidad y laxitud del desaparecido Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena) y Corpoamazonía”.
“Los hechos son tan graves y las evidencias tan contundentes que no se explica cómo no hay sanciones penales. Pareciera que el hombre más poderoso del país es Manuel Elkin Patarroyo, quien, a pesar de (i) incesantes irregularidades en casi 40 años de su inconcluso experimento, (ii) investigaciones administrativas que desnudan su falta de rigor científico y mínimamente administrativo, (iii) señalamientos de órganos de inspección, vigilancia y control, incluso fiscales y disciplinarios, sigue eternizando su ensayo y error, sin sanciones por sus presuntos delitos ambientales y contra miles de criaturas capturadas, violentadas, sacrificadas y desaparecidas”, complementó en un comunicado emitido sobre la denuncia.
La denuncia instaurada por Padilla contiene más de 50 anexos y en ella pide recibir testimonio de 12 personas, entre ellas extrabajadores de la Fidic y funcionarios de Corpoamazonía. Adicionalmente, solicita que se compulsen copias a la Procuraduría y a la Contraloría para que investiguen al Ministerio de Ambiente y a Corpoamazonía por la posible comisión de faltas disciplinarias que favorecieron conductas de maltrato animal y daños a los recursos naturales por parte de la Fidic.
El comunicado emitido por la senadora expone algunos de los argumentos base de la denuncia contra Patarroyo:
- “La Fidic jamás contó con el permiso del Ministerio de Salud ni conformó el comité de ética que exige el artículo 23 de la Ley 84 de 1989, para experimentar en animales; más aún, tratándose de primates.
- Se han abierto cuatro procesos de investigación sancionatoria contra la Fidic por incumplir permisos otorgados por Corpoamazonía: el primero, en 2002, por capturar primates de la especie Aotus nancymaae, que no estaba autorizada (se desconoce el avance o resultado de la investigación de este proceso). El segundo, en 2010, por exceder la cuota anual de capturas permitida, lo que condujo al decomiso de 60 primates y a la imposición de una multa. El tercero, en 2011, inició cuando Ángela Maldonado, directora de la Fundación Entrópica, denunció el tráfico ilegal de monos de especie Aotus nancymaae que estaba realizando la Fidic. Sin embargo, al igual que el proceso anterior, que tardó ocho años en fallarse, este lleva más de diez años sin resolverse. Finalmente, el cuarto fue iniciado en 2021 por el incumplimiento de las obligaciones derivadas de una Resolución de 2020.
- En 2010, Corpoamazonía accedió a la solicitud de la Fidic de incluir la especie Aotus nancymaae en el permiso de captura, pese a estar incursa en un proceso de investigación disciplinaria. Este permiso, que hoy es objeto de investigación de la Contraloría y la Procuraduría, se dio haciendo caso omiso a las recomendaciones del Convenio de Cooperación Científica y Tecnológica y el Instituto Von Humboldt, que alertaron sobre el peligro de extinción en el que se encuentra la especie.
- Según se registra en las actas de liberación, se han liberado primates con virus inoculados, en grupos que oscilan entre 18 y 146 individuos por día, y sin estudios previos, lo que pone en grave riesgo a la especie y el equilibrio ecológico.
- En 2020, Corpoamazonía evidenció que la Fidic llevaba un año haciendo capturas, experimentaciones y liberaciones de animales en pésimas condiciones físicas, sin contar con el comité de ética y sin personal veterinario. La autoridad ambiental les notificó a las autoridades departamentales que la Fidic no tenía autorización para movilizar animales, lo que hace pensar que estaba ocurriendo.
- En 2021, Corpoamazonía le ordenó a la Fidic suspender actividades por no contar con biólogos ni veterinarios. Además, aprehendió a los animales de la estación experimental y dejó a la Fidic como responsable de su manutención. Sin embargo, no se sabe qué pasó con estos animales.
- En 2023, personal de la Fidic les inoculó a 119 primates el virus del covid-19, sin tener autorización para ello. En el mismo año, Corpoamazonía registró la fuga de 17 individuos y la muerte de 46″.