Desde Cali, el general Luis Mauricio Ospina, comandante del Ejército Nacional, reveló que es poca la información a la que se ha tenido acceso de momento sobre cómo se desarrolló el atentando de este 27 de febrero, en el Batallón de Selva No. 49 en La Tagua, en Putumayo.
Señaló que todos los elementos probatorios que el Ejército y el Batallón en particular han tenido a su alcance ya están en poder de la Fiscalía General de la Nación, entidad encargada de descifrar “exactamente qué fue lo que pasó”.
“Este hecho infortunado nace, al parecer, de una componenda en donde el frente Carolina Ramírez (de las disidencias de las Farc) estaba con la intención de acometer un ilícito allá directamente en el Batallón en La Tagua”, expresó el comandante del Ejército.
Luego de que el soldado Alexander Orozco presuntamente asesinara a sus dos compañeros y dejara herido a un tercero, que luego también murió, se escapó de la unidad militar en La Tagua, y de manera inmediata fue iniciado un Plan Candado en el municipio para lograr encontrar su rastro.
Esto se logró, pero el presunto soldado infiltrado de las disidencias Farc terminó gravemente herido cuando se enfrentó con la Policía a orillas del río Caquetá, en su intento por volarse hacia el país vecino de Ecuador, al sur del país.
“Allí se establecieron todos los protocolos igual que lo hacemos con todos nuestros soldados para evacuarlos cuando salen heridos, y desafortunadamente, en ese espacio de tiempo, él fallece”, complementó el comandante Luis Mauricio Ospina.
Dejó claro que no se conoce el camino que Orozco siguió para llegar hasta ese punto, aun así, se logró llevar a cabo su captura antes de su deceso. Esto se suma a las dudas que hay frente a los motivos que pudo tener el soldado Orozco para asesinar a sus compañeros y la alianza que estableció con el frente Carolina Ramírez, en caso de confirmarse esa hipótesis.
“Lo demás es materia de investigación”, concluyó sobre el tema el general Luis Ospina. Las autoridades ya dirigen su investigación hacia establecer si las disidencias de las Farc ofrecieron en secreto incentivos económicos a soldados para llevar a cabo asesinatos dentro del Ejército.
Lo anterior considerando que el soldado Alexander Orozco sí hacía parte de la institución y, de hecho, se encontraba realizando funciones de centinela en el momento en que accionó su fusil contra el Capitán Juan Pablo Herrera Mazo, el Sargento Segundo Carlos Rojas Otavo y el soldado Yoandris Mejía .
En los trabajos de inteligencia militar se ha identificado a una mujer que pertenece a la estructura Carolina Ramírez, quien sería la persona responsable de contactar a los soldados y encomendarles la misión de infiltrarse en las filas del Ejército, lo que habría convencido a Orozco, que llevaba 7 meses y 12 días prestando servicio en la Unidad, para cometer el crimen.