A 290 subió el número de muertos por la avalancha que el pasado fin de semana sepultó varios barrios de Mocoa, en el Putumayo.
El más reciente informe fue entregado por Medicina Legal, entidad que también dio a conocer que hasta el momento se han entregado 161 cadáveres y 186 cuerpos fueron identificados.
Lea también: Mocoa entierra a sus muertos en medio de una grave crisis humanitaria.
El alcalde del municipio de Villagarzón (vecino de Mocoa), John Ever Calderón, lanzó una nueva alerta al indicar que el río Mocoa podría haber arrastrado hasta esa localidad un grupo indeterminado de muertos.
Según indicó Calderón, en las últimas horas el nivel del río bajó, lo que podría dejar al descubierto cuerpos que habrían resultado atascados entre piedras y troncos. El mandatario dijo que en su municipio ya empezaron los trabajos para comprobar esa situación.
Calderón señaló que él, junto con los organismos de socorro de la localidad y algunos de sus funcionarios, se han dado a la tarea de sacar los cuerpos y ubicarlos en tierra firme para que las autoridades se encargan de trasladarlos a la morgue.
"Hago un llamado a la Fiscalía para que desplace una comisión que haga el levantamiento de los cadáveres en esta localidad”, manifestó el alcalde.
Lea también: El desabastecimiento, un problema que acecha a los habitantes de Mocoa.
Igualmente, afirma que debajo de las piedras y palos del río pueden estar cuerpos atrapados y para ello se requiere maquinaria para remover la empalizada que el Municipio no tiene.
Advierte que otros cadáveres están apareciendo en la inspección de policía de Puerto Limón, y allí también se requiere de apoyo.
El alcalde de Puerto Guzmán, Rodrigo Rivera, a 70 kilómetros de Mocoa, también advirtió la presencia de cadáveres flotando sobre aguas de los río Mocoa y Caquetá, pero no cuantificó cifras.
Ante este llamado, la gobernadora de Putumayo, Sorrel Aroca, informó a la Fiscalía y CTI para que se apoye al levantamiento de los cuerpos.
Cuatro días después de la avalancha que arrasó con una parte de Mocoa, el desabastecimiento de alimentos asedia a la capital de Putumayo, donde más de 50.000 habitantes sufren para conseguir comida.
"No hay comida, arroz no se encuentra, no se encuentra nada. Prácticamente ya estamos aguantando hambre", comentó Manuel Gustavo Sacoyo, comerciante que tenía un local de venta de pollo y pescado en la plaza de mercado de Mocoa.
En ese punto, anexo al río Sangoyaco, la imagen es devastadora. El alud dejó a su paso un manto de lodo y destrucción que hace imposible su reapertura.