Un estudio de la Universidad del Rosario y la Alianza por la Inclusión Laboral publicado este miércoles indica que la pobreza monetaria ha descendido, pero, las personas afectadas siguen siendo los migrantes, las mujeres y los jóvenes.
“La pobreza monetaria, que determina lo que requiere una persona mínimamente para vivir al mes en Bogotá, continúa reduciéndose, pasando del 28,1% de personas al 23,7% entre 2022 y 2023. A pesar de esta reducción, persisten retos para superar la pobreza entre las personas migrantes (46,5%), mujeres (24,5%) y jóvenes (24,1%). La pobreza extrema también sigue reduciéndose, pasando del 8,1% personas que no accedieron a una canasta básica de alimentos al 5,53% entre 2022 y 2023. Sin embargo, las personas migrantes (15%), seguidas de las personas pertenecientes algún grupo étnico (10%) presentan mayor pobreza que el promedio de Bogotá”, indica el estudio.
Además, sostiene que en la capital del país la desigualdad también se redujo por segundo año consecutivo, “cerrando 2023 con un índice de Gini de 0,530; este índice se mide en una escala de 0 a 1, siendo 0 el nivel que constituye la distribución igualitaria. Aunque Bogotá sigue siendo la ciudad con el índice más alto del país, la tendencia indica que alcanzaría la meta de reducirlo a 0,49 para 2030, cumpliendo así con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por el CONPES 3918 de 2018″.
Andrés García, decano (e) de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, afirma que “para la reducción de la pobreza multidimensional en Bogotá hay que plantear acciones enfocadas en el acceso al empleo, ya que la dimensión del trabajo, conformada por indicadores de trabajo informal y desempleo de larga duración, son los que más han pesado y contribuido en los últimos años”.
El estudio también revela que tras los efectos de la pandemia de Covid-19 el índice de ocupación ha aumentado, “En 2023, 6 de cada 10 personas mayores de 15 años se encontraban ocupadas, es decir, tenían una tasa de ocupación del 62,3%. Aunque la ciudad presentó mejores resultados que el promedio nacional, donde la tasa de ocupación fue del 57,6%, es crucial que más personas ingresen al mercado laboral, y que lo hagan mediante empleos de calidad que aseguren ingresos estables”.
Según el estudio, a nivel poblacional, tanto el sector público como privado están llamados a seguir promoviendo la inclusión equitativa de todas las poblaciones al mercado laboral de la ciudad. Si bien la informalidad laboral alcanzó su mínimo histórico en 2023 (32,1%), aún persisten las barreras para que las personas migrantes (70,5%), los y las mayores de 55 años (48,5%) y los y las jóvenes (34,2%) se conecten con empleos formales.
Luego de la presentación de los resultados, Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos, concluyó que “el monitoreo y seguimiento de estos indicadores son esenciales para garantizar el acceso equitativo a las oportunidades que ofrece la ciudad para mejorar la calidad de vida. Este informe es fundamental para que Bogotá siga avanzando hacia la garantía del Derecho a la Ciudad”.