El Ministro de Defensa, Iván Velásquez, admitió que se han presentado varias fallas en la prevención y reacción de las Fuerzas Armadas con respecto a la difícil situación de orden público que se presenta en el Catatumbo, Norte de Santander. Esto debido a los fuertes combates entre el ELN y las disidencias de las Farc, los cuales han dejado más de 80 personas muertas y cientos de desplazados.
En diálogo con Blu Radio, el titular de la cartera de defensa reconoció que no se hizo lo suficiente para impedir lo que está ocurriendo, teniendo en cuneta que la Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana desde noviembre del año pasado.
En dicha alerta, el ente humanitario había informado sobre el asesinato sistemático de firmantes de paz de las antiguas Farc, líderes y población civil, por parte del ELN.
“Ni la inteligencia ni las acciones que se desarrollaron por parte del Ejército tuvieron la eficacia necesaria para impedir los hechos que estamos viendo hoy. Eso es algo que naturalmente tenemos que reconocer”, aseveró Velásquez.
Asimismo, aseguró que cinco firmantes de paz han sido asesinados en las recientes horas, mientras que otros seis se encuentran desaparecidos.
Por otra parte, manifestó que a la zona ya han sido enviados 5.000 uniformados en la región, entre ellos, 400 efectivos de fuerzas especiales, los cuales no han sido suficientes para retomar el control de la zona, por lo que no descarta el envío demás tropas.
“La presencia militar se ha incrementado en la zona con el objetivo de proteger a la población desplazada y mitigar la violencia. Sin embargo, debemos aceptar que las medidas previas no lograron anticiparse al impacto de esta cacería infame desatada por el ELN”, dijo el ministro.
Sobre el meollo de los enfrentamientos, Velásquez aseguró que se trata de la disputa por el control del territorio y de los negocios ilícitos que se mueven por él.
“El ELN, bajo el supuesto de que algunos firmantes de paz están relacionados con las bases sociales de las disidencias, ha dirigido acciones violentas contra estas personas. Aunque no tengo una afirmación contundente al respecto, es probable que la ruptura entre estas organizaciones haya escalado las tensiones”, puntualizó.
Por último, no descartó la posibilidad de decretar el estado de conmoción interior, en parte del territorio nacional, para que el Estado tenga herramientas extraordinarias que puedan permitir el restablecimiento del orden público.
“La decisión es urgente. Un estado de conmoción permitiría al gobierno adoptar medidas extraordinarias, como la limitación de la movilidad en ciertas zonas y la destinación inmediata de recursos para la atención humanitaria y la recuperación del control territorial”, concluyó el ministro.