Este martes 15 de agosto, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, habló sobre el futuro de Salvatore Mancuso, conocido también por los alias del Mono Mancuso, una vez llegue al país.
“La designación como gestor de paz sí lo pone en libertad, pero no lo libera de los procesos judiciales pendientes en Colombia”, explicó.
Vale la pena mencionar que por medio de la resolución 244 de 2023, el presidente Gustavo Petro hizo oficial el nombramiento de Salvatore Mancuso Gómez como nuevo gestor de paz.
Según expresa el documento, esta designación tiene la finalidad que el exjefe paramilitar “contribuya con su conocimiento y experiencia al diseño de procesos de desarme colectivo de los grupos criminales que actúen en el territorio nacional”.
El documento deja claro que entre los beneficios para el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia será el pedido del gobierno a las autoridades competentes “la suspensión de las medidas judiciales vigentes en contra de Mancuso”.
“El incumplimiento de los compromisos adquiridos dará lugar a la revocatoria de la designación como gestor de paz y, en consecuencia, la reactivación de las medidas penales”, se determina en la resolución.
Con la firma de este documento por parte del presidente, se espera el trámite ante la justicia de los Estados Unidos para el traslado de Salvatore Mancuso a Colombia, luego de su nombramiento como gestor de paz y sus acuerdos con la JEP luego de varias audiencias donde dio más detalles sobre la relación entre las fuerzas armadas, actores políticos y los paramilitares.
“Nombramiento de Mancuso es una bofetada a las víctimas”: Siguen las voces de rechazo
El nombramiento de Salvatore Mancuso como gestor de paz realizado por el presidente Gustavo Petro, generó todo tipo de rechazos entre las víctimas de esa organización criminal.
Frente a esto, la politóloga Nury Astrid Gómez afirmó que: “Es impactante que a una persona que tiene 75 mil delitos imputados y procesos pendientes ante la ley, se le otorguen beneficios extraordinarios. Su disposición de “aportarles a sus víctimas” es tan solo un “podría” en un sinnúmero de solicitudes de familiares. Parece más bien un intento de flexibilizar la JEP para ser juzgado desde ahí -que le da oportunidad política- y no por la justicia ordinaria”.
Por otro lado, Cleiner Almanza, defensora de derechos humanos y desplazada de la vereda La Reforma en los Montes de María, en diálogo con Caracol Noticias resaltó que: “Es un insulto para mí lo que él está haciendo, teniendo en cuenta que soy víctima de desaparición forzada, secuestro, violencia sexual, tortura, tanto física como psicológica. Y fue por Mancuso o sus trabajadores”.
Al respecto, el analista político John Mario González señaló que “el nombramiento de Mancuso tendría sentido si fuera en el marco de un proceso de paz viable y con objetivos claros. En ese caso tendría posibilidades de que contribuyera a los objetivos de no repetición, esclarecimiento y para invitar a otros grupos criminales a sumarse a la ‘paz total’”.
A pesar de esto, mencionó que “en el actual contexto de un proceso de paz sin pies ni cabeza, se corre el riesgo no solo de que Mancuso se convierta en un instrumento para golpear políticamente al expresidente (Álvaro) Uribe, sino también en una bofetada para las víctimas del conflicto”.
Vale la pena mencionar que un gestor de paz es un miembro o exmiembro de un grupo armado que está investigado o condenado por acciones perpetradas como parte de esa organización ilegal. Para él, según la norma, el Ejecutivo podrá solicitar la suspensión condicional de su pena, su orden de captura o su medida de aseguramiento, con el fin de “propiciar acuerdos humanitarios”.
*Con información de Colprensa.