Un trágico descubrimiento estremeció a la comunidad de Kennedy, al sur de Bogotá, durante la mañana de este lunes 4 de marzo. Un cuerpo sin vida fue encontrado entre dos contenedores de basura en las cercanías de un restaurante en la mencionada localidad.
El macabro hallazgo fue reportado por un habitante de calle que transitaba por la zona y alertó a las autoridades. Según el relato del teniente coronel Leonardo Bernal, comandante de la estación de Policía de Kennedy, el cuerpo mostraba evidentes signos de violencia.
Las circunstancias que rodean este trágico suceso son aún un misterio. La Policía no ha podido determinar la causa exacta del fallecimiento, no la identidad del individuo. Agentes de criminalística se desplazaron al lugar para recoger el cadáver y dar inicio a las investigaciones pertinentes, las cuales están bajo la responsabilidad de la Policía Judicial.
El comandante policial de la localidad informó que, en lo que va del año 2024, se ha registrado una leve disminución del 2% en los casos de muerte en comparación con el año anterior.
Desaparecido en Bogotá
La desaparición de Juan Camilo Burgos, un arquitecto residente en Bogotá, ha sumido a su familia en la angustia y la incertidumbre. Desde hace una semana, Juan se encuentra en paradero desconocido tras su última aparición en el centro financiero de la ciudad, específicamente en la calle 72.
Diego Burgos, el hermano mayor de Juan, relató que la última vez que tuvieron noticias de él fue el miércoles 28 de febrero, alrededor de la 1:30 de la tarde. Ese día, Juan se encontraba visitando a un cliente en una oficina ubicada en la intersección de la calle 72 con la Séptima. Desde entonces, no ha habido señales de él, lo que ha generado una profunda preocupación en su círculo familiar.
Diego describió a Juan como un joven emprendedor dedicado a su pequeña empresa de arquitectura. Solía mantener una comunicación constante con su familia, pero esa noche dejó de responder a los mensajes y su celular ha permanecido apagado desde entonces.
“Comenzamos a extrañarlo desde la noche del miércoles. Por lo general, nos mantenemos en contacto. Tenemos un grupo familiar donde solemos avisar cuando cada uno llega a casa o dónde nos encontramos. Cuando no recibimos noticias suyas, especialmente al ver que no regresaba a casa durante la madrugada del jueves, comenzamos a preocuparnos”, expresó Diego.