Este colectivo de Gustavo Petro ya abrió el debate sobre si es de largo aliento o algo espontáneo.
La génesis del Movimiento Progresistas viene de una inconformidad, esa que Gustavo Petro tuvo con el Polo Democrático Alternativo (PDA) cuando no lo dejaron llevar las riendas amarillas. Hoy ya está electo en la Alcaldía de Bogotá y proyecta su colectividad como una nueva alternativa de la izquierda en el país.Luego del tire y afloje con el Polo, Petro tomó la decisión de armar toldo aparte y creó el movimiento, del cual fue su candidato avalado por firmas, logrando no solo 721.308 votos para la Alcaldía, sino consolidar ocho concejales en la capital con la segunda votación por partidos: 296.993 sufragios, además de curules en cuerpos colegiados en otras regiones.Ante los resultados, la mirada de los analistas y los políticos se volcaron hacia la colectividad y surgieron interrogantes sobre si Progresistas eran solo una expresión momentánea o de largo aliento; también si se quedará solo en Bogotá o comenzará su expansión, y si fue un golpe certero a la fortaleza que ostentó el Polo.Así, hay quienes piensan que la continuidad de los Progresistas depende de los resultados de Petro en la Alcaldía, incluso que no se trata de un nuevo partido sino de una expresión de la izquierda.El analista Rafael Nieto anotó que el movimiento es el resultado de la ausencia de espacios políticos en el Polo y esas diferencias con la Anapo y los radicales solo les dio una alternativa, les tocó salirse y agregó: Es una facción del Polo.Pero hay sectores que no comparten esta visión. El excontralor Carlos Ossa dijo que, sin entrar a calificar al Polo, me parece que sí representa una izquierda un tanto obsoleta, mientras que Progresistas es de centro izquierda.El ex magistrado José Gregorio Hernández también ubicó a los progresistas en la izquierda no extremista que tiene un compromiso en cambiar el esquema de administración pública basada en la honestidad y la transparencia.Las palabras de Hernández abrieron un nuevo espectro sobre lo que pudo significar el resultado de los progresistas en las elecciones y tiene que ver con los escándalos de corrupción que se han dado en el país, especialmente con el carrusel de la contratación de Bogotá, que tiene con medida de aseguramiento al alcalde Samuel Moreno, presos a funcionarios y contratistas, entre ellos al Grupo Nule.Una interpretación de este objetivo la dio el caricaturista Vladimir Flórez, Vladdo, quien al acompañar a Petro en el lanzamiento de su campaña advirtió que ese movimiento buscaba prescribir la corrupción, palabras que fueron secundadas por el entonces candidato, quien resaltó que la lucha debía ser para acabar las prácticas irregulares que van en detrimento del Estado y la ciudadanía.Esta bandera contra la corrupción llamó la atención de los votantes, según lo describió el senador Camilo Romero: Por fortuna ese movimiento logró interpretar la irreverencia de un electorado como el de Bogotá que se niega a caer en manos de la política tradicional y que tiene la voluntad de rectificar el camino.Romero, quien saldría del Polo, dijo que este movimiento marcó un hito de un partido sobre cómo puede haber sintonía con la ciudadanía, pero dejó claro que tienen el deber de hacer las cosas bien y demostrar que los sectores alternativos pueden gobernar con un ejemplo contundente y ser un movimiento nacional.Lo dicho por Romero abrió el escenario sobre si los progresistas se mantendrán centralizados o buscarán su expansión.Entre el centralismo y la expansiónRafael Nieto tiene claro que el crecimiento de los Progresistas depende de los resultados de Petro y al descartar que este movimiento sea caudillista, sí reconoce que la figura del electo Alcalde es de líder, es la cara pública de mostrar y arrastra, pero, si a Petro le va mal, el movimiento no verá un futuro promisorio.Algo similar piensa el senador del Polo, Mauricio Ospina, quien reconoció que las dinámicas en la política superan a los individuos, y advirtió que diferentes regiones han tenido expresiones independientes y lastimosamente, como en los árboles de Navidad, las luces prenden y apagan y no quedan procesos duraderos.Por ello consideró que la posibilidad que puedan consolidarse en lo nacional depende de conocer si se aprendieron de los errores del pasado o no.El exmagistrado Hernández comentó que todos estamos empeñados que a Petro le vaya bien, lo que ratificó que la suerte del partido estaría en manos del mandatario Distrital.El senador del Polo, Jorge Guevara, observó que Petro ha hecho algo importante y es abrir el espacio del centro izquierda y, según indicó, esto será el primer paso para la expansión nacional, ya que proyectó que en el 2014 lo que se buscará es que tengamos listas de Senado y Cámara y la candidatura presidencial, en correspondencia con la coyuntura.Cuando Guevara se refiere a la coyuntura, lanzó la posibilidad de las coaliciones, palabras que están sintonizadas con lo dicho por el presidente del Polo, Jaime Dussán, quien ha insistido que su colectividad debe trabajar de la mano con el movimiento de Petro de cara al 2014.