Este viernes se confirmó el fallecimiento de de Orlando Pelayo Rincón, el hombre que se encontraba pagando una condena tras ser acusado como el autor intelectual del secuestro y asesinato de Luis Santiago, su hijo bebé de once meses de nacido.
La noticia fue confirmada en la tarde de este 21 de abril por el director del Inpec, Daniel Gutiérrez, que detalló que Pelayo Rincón se encontraba internado por problemas renales desde el pasado 10 de abril. Al respecto, se conoció que el hombre padecía insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca y diabetes, por lo que estuvo internado en una unidad de cuidados intensivos.
Pelayo Rincón cumplía una condena de 58 años en la cárcel La Tramacúa de Valledupar por los delitos de secuestro simple y homicidio. Los hechos por los que fue acusado ocurrieron el 26 de septiembre del 2008 en Chía, Cundinamarca.
Luego de haber confesaro ser el autor intelectual del secuestro y posterior crimen de su hijo, Pelayo Rincón fue condenado a 58 años y 9 meses de prisión por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que desestimó los alegatos del abogado defensor, quien argumentaba que la confesión del hombre se había dado bajo presión y tortura.
Lo que se supo del crimen del bebé Luis Santiago
La muerte del pequeño Luis Santiago fue un crimen que consternó a todo el país en septiembre del 2008, cuando se conoció que el menor de once meses de nacido fue reportado como desaparecido en el municipio e Chía, Cundinamarca.
Según se conoció, todo inició el en la noche del 25 de septiembre de 2008, cuando unos hombres encapuchados ingresaron a la vivienda de Ivonne Lozano, mamá de Luis Santiago, la agredieron y le raptaron a su bebé. Al respecto, en su momento se detalló que Orlando Pelayo habría cancelado a una mujer una suma aproximada de $500 mil para que secuestrara a su hijo.
La mujer que raptó al menor, quien fue encontrado en la vereda Tíquiza de Chía, fue capturada y posteriormente cobijada con medida de aseguramiento sin beneficio de excarcelación.
El cuerpo sin vida del bebé fue encontrado al día siguiente. Como no se encontaron heridas ni golpes, se dijo que la muerte del bebé habría sido productor de una asfixia. Antes de conocerse que el pequeño había muerto, Orlando pelayo había fingido buscar desesperado a su hijo.