El caos que se dio previo al partido Nacional vs América de Cali, en el Estadio Atanasio Girardot, derivó en un choque entre el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, y los directivos del equipo paisa.

Tras cientos de videos e imágenes de los disturbios entre algunos hinchas de Nacional y agentes del Esmad, el mandatario salió a decir que no va a “tolerar la violencia” y aseguró que no prestará el espacio deportivo hasta que se acuerden las condiciones mínimas de seguridad entre la barra y las directivas.

Además de esas “condiciones”, Quintero también aseguró que por cada partido que se juega en el Atanasio debe poner 800 miembros de la Policía Nacional para prestar la seguridad.

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Dicho eso, condicionó el hecho de prestar el estadio a que la vigilancia y la logística de seguridad sea pagada por el equipo. “Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles”, trinó Quintero en su cuenta personal de Twitter.

Con esto, el alcalde profundizó las acusaciones de los directivos de Nacional de que la Alcaldía de Medellín está del lado de los barristas, quienes han protagonizado duras protestas contra el equipo luego de que Nacional anunciara que les retiraría los “beneficios económicos” a los hinchas que colaboraban con el equipo.

Pero el alcalde no ha sido el único que ha mostrado una aparente inclinación hacia la hinchada. En la noche de este domingo, el secretario de Gobierno de la Alcaldía de Medellín, Juan Pablo Ramírez, responsabilizó a las directivas de Nacional por todos los disturbios en el Atanasio.

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“Rechazamos de manera categórica la violencia de los hinchas, pero si queremos que quede claro que se establezca la responsabilidad de los directivos del Club Atlético Nacional en estos destrozos, en las lecciones de los policías, de los jóvenes afectados y ensangrentados por la renuencia del club a escuchar a su hinchada, a escuchar a las fuerzas vivas del equipo. Estas responsabilidades tendrán que ser establecidas a lo largo de esta semana y que Nacional se dé cuenta que con esta actitud lo que ha generado es eso, que su responsabilidad es clara y contundente”, dijo Ramírez.

Sobre estas declaraciones, el presidente del club, Mauricio Navarro, se mostró sorprendido: “Al camerino entró todo el mundo asombrado porque, cómo así que Nacional tiene la culpa, si Nacional es el que más quería darle un juego a su hinchada, teníamos ya cerca de 38.000 localidades aseguradas, y para nosotros jugar un partido en otra época, que no va a ser fácil y a puertas cerradas y se programara o algo, pues iba a ser más complejo aún, entonces el comentario que yo recibí de todo el mundo es que eran totalmente sesgadas las declaraciones”, dijo en la transmisión de Win Sports.

Con todo esto, Nacional y América de Cali se quedaron sin sede para jugar el partido que fue aplazado hasta nueva orden.