Claudia Yurley Quintero Rolón, elegida este lunes como la nueva Mujer Cafam 2022, entre 29 candidatas, habló con Colprensa sobre este reconocimiento, y lo dedicó a todas las personas que, como ella, han tenido que experimentar algún tipo de violencia.
Claudia es víctima de desplazamiento forzado en la década de los 90, a manos de grupos al margen de la ley, y también sufrió violencia sexual.
En la búsqueda constante por salir adelante, en un acto desesperado, entró al mundo de la prostitución y ante la explotación y las amenazas de quienes eran sus proxenetas, tuvo que exiliarse en Argentina con su familia.
Allí, en el país suramericano, Claudia logró conocer más sobre la problemática de la trata de personas a través de la Red Alto Tráfico y la Trata de Personas. Con el pasar del tiempo, logró apoyar la red y contribuyó al rescate de, al menos, 200 colombianas víctimas de este delito.
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Ahora, desde la Fundación Empodérame, forma personas comprometidas en la defensa de los derechos humanos, promoviendo la abolición de la explotación sexual y la trata de personas. Su fundación beneficia cada año a más de 550 personas, entre hombres y mujeres.
¿Qué significa recibir este premio de la Mujer Cafam 2022?
Más que un premio individual, para Claudia significa un premio para todas las mujeres que, como yo, han tenido que salir de sus territorios, han tenido que pasar por explotación, por violencia contra la mujer. Este premio es de mi familia, de mi equipo de trabajo.
¿De qué manera impacta este premio en su lucha por abolir la prostitución?
Impacta justamente la agenda abolicionista, que por fin en el país pueda tener una relevancia, pueda tener una sensibilidad de la gente, que la gente pueda entender que no hay un derecho sobre los cuerpos de los otros, es el ver que yo no puedo pagar por violar a una mujer y entender que las mujeres en constitución necesitan muchas más oportunidades y no hay un solo programa social que brinde oportunidades a estas mujeres.
Además, creo que es una acción política y un respaldo a los derechos humanos de las mujeres
¿Cómo logró convertir todas esas dificultades que vivió en una fundación que hoy ayuda a más de 550 personas?
La verdad con mucha ayuda de mujeres, a mí me salvó primero el feminismo y segundo las mujeres, mujeres de todo tipo: profesionales, campesinas, negras, indígenas, que me han conocido en este camino y que me han apoyado y dado ánimos para seguir.
No puedo decir que logré esto sola ni que yo soy la super heroína.