Este jueves 13 de julio, a las 8:00 a. m., hora colombiana, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, definirá si acoge las pretensiones de Nicaragua sobre el mar territorial colombiano en el occidente del Caribe, como parte de la demanda presentada por el país centroamericano.
El territorio que reclama esa nación tiene que ver con la prolongación del continente bajo el mar, que tiene una extensión de 200 millas sobre los que el régimen de Daniel Ortega quiere que se le reconozcan derechos de explotación sobre el suelo y subsuelo.
El fallo de La Haya ha generado bastante expectativas por lo que algunos destacados políticos decidieron adelantarse a la decisión y expresaron su opinión. Uno de ellos fue el expresidente de la República, Iván Duque, quien se pronunció a través de sus redes sociales.
El exmandatario del país publicó un tweet en el que aseguró: “Frente a cualquier decisión de la Corte Internacional de Justicia (@CIJ_ICJ), que altere nuestros límites en la plataforma continental extendida, la postura de Colombia debe ser clara: nuestras fronteras sólo pueden modificarse mediante un tratado de límites, ratificado por el congreso de la República”.
De igual manera, Duque advirtió que es “preferible una tensión diplomática en defensa de nuestra soberanía, que ceder territorio de la patria”.
¿Qué está en juego?
“Después del fallo de la Corte en el 2012, lo que se estableció es que San Andrés, Providencia, los archipiélagos y algunos cayos seguían perteneciendo a Colombia, Nicaragua pretende que se le reconozca el derecho de hacer uso de la plataforma continental”, explica el politólogo Alejandro Echeverry.
En caso de que la CIJ determine que existen suficientes argumentos de parte de Managua para considerar que hay una plataforma continental extendida, “significaría que casi todo el mar Caribe terminaría siendo zona económica exclusiva de Nicaragua, en contra de los intereses no solo de Colombia, sino también de Panamá, Costa Rica, Guatemala y Jamaica”, señala Francisco José Lloreda, exembajador de Colombia ante La Haya.
¿Qué implicaciones tiene el fallo para Colombia?
Según los expertos, este tercer intento de Managua en la disputa por el mar Caribe, no tendría injerencia en términos de la soberanía sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina, gracias al fallo de la Corte de 2012, donde se le reconoció a Colombia su legitimidad sobre los cayos y le asignó al archipiélago una considerable extensión de espacios marítimos.
Sin embargo, Echeverry observa que “la Corte podría abrirle a Nicaragua la posibilidad de utilizar o explorar el suelo o el subsuelo de esas plataformas continentales”, donde hay vida animal, vegetal y se concentran depósitos submarinos de gas natural y petróleo.
¿Qué está pidiendo Nicaragua?
El gobierno de Ortega demanda principalmente “la extensión del uso de esa plataforma para ganar soberanía, para ganar control territorial marítimo o para establecer control, pero, sobre todo, para tener una posición estratégica con Estados Unidos, y para el uso del suelo y los subsuelos” de esas 200 millas, indica el politólogo Echeverry.
Además, ese país espera que la Corte Institucional de Justicia indique los derechos y deberes de ambas naciones, en relación con el área de pretensiones superpuestas y el uso de los recursos, hasta que se establezca con exactitud la línea de frontera.
No obstante, el equipo jurídico colombiano presentó ante la CIJ los argumentos institucionales que demostrarían que desde 1803 el Estado ejerce soberanía en el mar Caribe por orden real y que los argumentos de Managua, para defender su pretensión, no son legales.
¿Cuáles son los posibles escenarios?
En caso de que la Corte haga caso omiso a las pretensiones de Nicaragua, significaría que no es procedente delimitar esta plataforma continental, por lo tanto, no se afectaría los derechos del Estado colombiano.
Aunque, “si el fallo es positivo para el país, el gobierno de Ortega ya no tendría ninguna pretensión, pero seguramente buscará, con su grupo de abogados, interponer otras acciones que le permita ganar control marítimo y territorial sobre esas áreas”, analiza el politólogo Alejandro Echeverry.
Además, el exembajador de Colombia en La Haya, Francisco José Lloreda, menciona que se “generarían problemas de delimitación a nivel internacional gigantescos y desataría muchos conflictos entre varios países”.