El Tribunal Administrativo de San Andrés ordenó el cierre temporal de Johnny Cay mientras la Corporación Coralina y los comerciantes adelantan actividades de mantenimiento y jornadas de limpieza de residuos sólidos.
La petición la había hecho la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales en abril pasado para garantizar la seguridad, salubridad, medio ambiente sano por afectaciones derivadas del turismo y comercio en dicha isla.
El Tribunal ordenó a la Secretaría de Salud de San Andrés que adelante “jornadas de visita de inspección, capacitación y control sanitario con enfoque de riesgo a los establecimientos de alimentos y bebidas; además de verificar el cumplimiento de todos los requisitos sanitarios de los establecimientos para su debido funcionamiento”.
Igualmente, a la Corporación Coralina le ordenó realizar capacitaciones sobre el cuidado de los baños y tomar las medidas necesarias para la conservación de las especies y del medio ambiente.
El Tribunal también pidió crear una estrategia para restringir el ingreso de turistas con el fin de que no desborde el límite de la capacidad de carga del parque.
La medida cautelar señala que “el cierre del parque se llevará a cabo diez días hábiles después de notificada esta providencia para que las autoridades administrativas respectivas tengan la oportunidad de llevar a cabo las diligencias administrativas que correspondan para el debido cumplimiento de estas órdenes”.