Más del 60% de los Parques Nacionales Naturales (PNN) registraron índices de amenaza altos, mientras que el 56% de los encuestados desconoce las amenazas que afectan a estos lugares y zonas de reserva.
De esta manera lo determinó el Informe 2023 de Parques Nacionales Cómo Vamos (PNCV) que también destacó que en el período comprendido entre 2019 y 2022 se perdieron más de 46 mil hectáreas por deforestación, aproximadamente equivalente al tamaño del PNN Munchique.
Según el informe, Colombia enfrenta amenazas significativas en los Parques Nacionales Naturales, incluyendo conflicto armado, deforestación, minería ilegal, cultivos ilícitos, contaminación e incendios.
Estas amenazas ponen en riesgo al menos el 68 % de los PNN colombianos, destacándose como críticos los casos de Catatumbo Barí, Paramillo y Farallones de Cali.
A pesar del alto valor de los PNN, están perdiendo rápidamente su capital natural, representado en servicios ecosistémicos, biodiversidad y gestión adaptativa ante el cambio climático. En 59 de los 60 PNN del país, se encuentra al menos una especie en estado vulnerable, en peligro o en peligro crítico.
La importancia de los PNN se refleja en servicios como provisión y regulación hídrica, albergando el 28 % de especies endémicas y siendo refugio de 397 especies amenazadas, incluyendo 251 especies de aves amenazadas.
Riesgo elevado en Parques Nacionales Naturales de Colombia
La iniciativa PNCV registró amenazas a los PNN en Colombia durante cinco años. Se diseñó un índice para evaluar su vulnerabilidad, considerando factores como deforestación, cultivos ilícitos y minería.
Los resultados revelaron que el 36% de los parques (20 PNN) enfrentan un riesgo Medio Alto, indicando la presencia de al menos una amenaza crítica.
Además, el 27% de los parques (15 PNN) tienen un riesgo alto, enfrentando al menos dos amenazas críticas. Un 25% (14) está en riesgo Medio Bajo, mientras que el 7% (8) presenta un riesgo Bajo. Los parques marinos no cuentan con información suficiente y no fueron clasificados en esta tipología.
Esta ubicación sugiere una mayor vulnerabilidad, lo que implica que la gestión de estos parques requerirá esfuerzos intensivos, una priorización cuidadosa y una urgencia inminente en la implementación de acciones para su manejo.
Los parques con índice de amenaza Alto se concentran mayormente en regiones montañosas, muchos de ellos cercanos a centros urbanos o rurales densamente poblados.
Esto plantea una seria amenaza para los servicios ecosistémicos hidrológicos que prestan, especialmente en lo que respecta al mantenimiento de la provisión y regulación hídrica.
Un caso destacado es el alto índice de amenaza del PNN Sierra Nevada de Santa Marta, que desempeña un papel crítico al ser la fuente de provisión y regulación hídrica para los cuatro PNN circundantes, la ciudad de Santa Marta y zonas densamente pobladas en los departamentos del Magdalena, Cesar y La Guajira.
En el arco de deforestación amazónico, los PNN Macarena, Tinigua y Chiribiquete presentan un índice de amenaza alto. Estas áreas son cruciales como remanentes de cobertura arbórea que mantienen la conectividad entre la biota de bosque de las regiones amazónica y andina, destacándose como zonas prioritarias en recursos y manejo.
Se destacó la amenaza a la conectividad ecológica del corredor andino-amazónico Picachos, Tinigua y Macarena, así como la estabilidad de la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM), considerada uno de los últimos refugios en biodiversidad del norte de Colombia.
La eventual pérdida de la función hídrica y estabilidad climática de la SNSM en La Guajira pone en riesgo el sistema productivo del norte del país, especialmente en Magdalena y César.
Adicionalmente, ante la llegada del Fenómeno de El Niño, se hace un llamado a emprender acciones tempranas para frenar y contener los incendios, especialmente en parques amazónicos, andinos y de la Orinoquía, fuertemente afectados al final y al comienzo de cada año durante la temporada seca.
Apuntes de PNCV para tener en cuenta
La participación directa de las comunidades locales es crucial, como se evidencia en los Acuerdos de Uso, Ocupación y Tenencia, que fueron efectivos para contener la deforestación en ocho PNN del arco amazónico.
Además, es necesario mejorar la disponibilidad de información, especialmente con la ratificación del Acuerdo de Escazú en Colombia, contribuyendo a la democratización del conocimiento y la prevención de conflictos relacionados con el uso de los recursos naturales.
El informe también destacó la necesidad de profundizar o rediseñar la estrategia de administración y manejo de los PNN, otorgando un papel protagónico a las comunidades indígenas y campesinas dentro de estas áreas.
Finalmente, el estudio subrayó la importancia de establecer relaciones de confianza y sinergia para compartir información, metodologías y resultados de investigación, contribuyendo así a la conservación y protección de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales.
*Con información de Colprensa.