En el marco de la cumbre del G20, el presidente Gustavo Petro discutió con su homólogo francés, Emmanuel Macron, la posibilidad de comprar aviones Rafale para sustituir la obsoleta flota de aviones Kfir de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), tras la oferta que hizo Estados Unidos a Colombia.
Los Rafale franceses, fabricados por Avions Marcel Dassault-Bréguet, son una de las opciones consideradas por Colombia, además de los Gripen de la Fuerza Aérea Sueca y los modelos F16 y F18 que ofrece Estados Unidos, pero estos últimos se descartaron debido a restricciones presupuestarias.
El Mandatario ha expresado recientemente la urgente necesidad de modernizar la flota aérea del país debido a los riesgos que representa la obsolescencia de los Kfir.
“Es peligroso seguir dependiendo de una flota cuya vida útil está tan cerca de su fin”, dijo Petro en un acto realizado en el Comando Aéreo de Mantenimiento, expresando su preocupación por la dependencia de un único proveedor de armamento, refiriéndose a Israel.
También, dijo estar preocupado por la seguridad de los pilotos, dado que los aviones Kfir de la FAC han sido sometidos a reparaciones y presentan riesgos por su antigüedad. “Los aviones ya tienen un servicio de cerca de 50 años y, a lo largo de ese tiempo, se han sometido a múltiples reparaciones que los hacen cada vez más peligrosos”.
Además, aclaró que la renovación de la flota “no causará un impacto fiscal para este año, ni para el siguiente, ni para el que sigue”, debido a que las negociaciones en las que se ha avanzado contarían con suficientes años de gracia para que el pago de los nuevos aviones no afecte la actual crisis fiscal del país.
Petro también aclaró que el acuerdo se hará con “precios justos y con las mejores condiciones fiscales para Colombia”. Aunque no se ha confirmado con cuál de las empresas internacionales se cerraría el trato, se ha especulado que la Sueca podría ser la más factible.