Rappi es uno de los servicios de mensajería que es más usado a nivel nacional, debido a que se puede comprar comida e incluso otros elementos por medio de su aplicación. Sin embargo, en algunas ocasiones las personas tienen malas experiencias con el servicio, tal como le ocurrió a una persona en Medellín y que compartió su experiencia por medio de redes sociales.

El usuario compartió por medio de las redes sociales lo que le sucedió al pedir comida por medio de esta aplicación y, luego de varios minutos de espera, el repartidor le escribió por medio de la aplicación para hacerle una inusual petición.

“Hola, buenas. ¿Puede cancelar el pedido? Por favor”, fue lo que escribió el domiciliario. A lo que el usuario contestó: ¿Cómo así?

Toda la conversación se dio por medio de la aplicación de Rappi. | Foto: El País

Unos minutos después el domiciliario le contestó alegando que le pagarían muy poco por el domicilio, lo cual no se compensaba con lo que tenía que hacer para poder llevar la comida al usuario.

“Parce, la verdad hay demasiado Rappi, el pedido lo estoy esperando hace 15 minutos y nada que me lo entregan, y el pedido solo vale $ 4000 y para estar esperando todo ese tiempo por $ 4000 no vale la pena”, fue la respuesta del domiciliario.

Debido a esta situación, el usuario le dijo al domiciliario que no iba a cancelar el pedido porque él quería la comida que había pedido. Sin embargo, le manifestó que si no quería hacer el trabajo, entonces que lo cancelara él mismo. No obstante, lejos de obtener una respuesta respetuosa, lo que consiguió fue una negativa del colaborador de Rappi.

Esta fue la explicación que tuvo el domiciliario ante el reclamo del usuario. | Foto: El País

“No, parcero, no lo voy a cancelar. Por mí no le va a llegar, yo soy el que lo tiene, pailas”, respondió el colaborador de Rappi.

Finalmente, el usuario indicó que iba a mandar esa conversación a soporte para que tomaran una decisión al respecto, pero el domiciliario demostró que no le importaba esto.

“Me dice qué le dice soporte. Yo ya estoy en mi casa. Ya eso no le llega, por loca”, fueron los mensajes con los que culminó la conversación.

Así finalizó la conversación del domiciliario y el usuario de Rappi. | Foto: El País