El pasado 10 de agosto, el ELN anunció un paro armado en cinco municipios chocoanos ante la ofensiva de la banda criminal Clan del Golfo. Seguidamente, la Defensoría del Pueblo lanzó un llamado urgente para que se respeten los derechos fundamentales de los habitantes de las cabeceras municipales y sus jurisdicciones rurales de Nóvita, Istmina, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan.

Ejército Nacional anunció el despliegue de 5.000 hombres en el Chocó. | Foto: Ejército Nacional.

Preocupa, además, la confrontación y disputa territorial del “grupo rebelde con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC-Clan del Golfo) lo que agrava lo que está ocurriendo con las familias asentadas en las cuencas de los ríos San Juan, Sipí, Taparal y Cajón y en inmediaciones de la carretera Nóvita-Torrá”.

Este paro también afecta a las comunidades indígenas de los resguardos Sanandocito (Sipí), Unión Wounán, Puadó, Mataré, La Lerma, Macedonia (Medio San Juan), Unión Chocó-San Cristóbal, Puadó-Mataré-La Lerma (Istmina), Docordó-Balsalito, Santa María de Pangala, Río Taparal, Tiosidilio, Togoroma, Buena Vista, Río Pichimá, Chagpien, Chagpien Tordó, así como de quienes forman parte de los consejos comunitarios del San Juan-Acadesan y Mayor de Nóvita-Cocoman.

Comunicado del ELN sobre paro armado en el Chocó. | Foto: ELN

Asimismo, la Defensoría mencionó que estos alarmantes hechos “ponen en riesgo y amenazan el ejercicio de derechos y libertades civiles, sociales, económicas y culturales de los pueblos étnicos, toda vez que las personas están siendo expuestas a reiterados eventos de confinamiento, restricción a la movilidad, accidentes con minas antipersonal o artefactos explosivos y desplazamiento forzado”.