En medio de la creciente preocupación por la presencia de fentanilo en el mercado ilegal colombiano, el proyecto ‘Échele cabeza cuando se dé en la cabeza’, liderado por la ONG Corporación ATS (Asociación Técnica Social), ha llevado a cabo un análisis detallado que deja en entredicho la composición de las sustancias psicoactivas en circulación en el mercado.
En una muestra que abarcó 15 tipos de cocaína y el mismo número del cóctel de drogas conocido como Tusi, se utilizaron técnicas como la cromatografía de capa fina (TLC), para reconocer la composición de estas sustancias. Aunque el fentanilo ha generado una preocupación mediática considerable, el análisis revela que ninguna de las muestras de tusi ni de cocaína contenía esta sustancia.
El análisis arrojó que el precio del gramo de tusi osciló entre $40.000 y $ 120.000 con un promedio de $76.000. Las sustancias más identificadas en el cóctel fueron la ketamina y el MDMA, corroborando la tendencia previamente reportada por el servicio de análisis. Además, se detectaron tres sustancias desconocidas en las muestras de tusi, lo que resalta la diversidad y el riesgo potencias de la composición.
En cuanto a la muestra de cocaína, el precio por gramo varió de manera significativa, con un mínimo de $20.000 y un máximo de $100.000, y un promedio de $36.000. El análisis mostró que no existe una correlación directa entre el precio y el porcentaje estimado de cocaína en las muestras. Es importante mencionar que, debido a dinámicas del mercado ilegal, la cocaína tiende a ser adulterada con sustancias como el levamisol para aumentar su cantidad.
Este análisis primero arrojo luz sobre la composición de las sustancias psicoactivas en el mercado ilegal colombiano. Sin embargo, los expertos detrás del proyecto ‘Échele cabeza’ resaltan la necesidad de ampliar estos análisis a muestras recolectadas fuera de Bogotá; esto, con la intención de obtener una imagen más completa de la situación del país.
La presencia de sustancias desconocidas y adulterantes subraya la importancia de contar con tecnologías más avanzadas para una identificación precisa y para abordar los riesgos asociados con el consumo de estas.
Aunque que parece que el fentanilo no se encuentra presente en las drogas que se consumen en las calles, en junio de este año se presentó una alta precocupación por el consumo de tusi en Colombia.
El tusi es un ‘cóctel’ compuesto de diferentes sustancias. En las variaciones más recientes de la ‘receta’ incluye éxtasis, una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno, ketamina, un anestésico que en dosis altas puede generar alucinaciones (también es un tranquilizante de uso veterinario) y cafeína.
Sin embargo, el médico y toxicólogo Jorge Quiñones advirtió que, aquello no es tusi original, por lo menos no el que surgió en los años 70 como un análogo de las anfetaminas, un polvo blanco (ahora es rosado), que comenzó a ser buscado por los consumidores de la élite en el mundo.El tusi es un ‘cóctel’ compuesto de diferentes sustancias. En las variaciones más recientes de la ‘receta’ incluye éxtasis, una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno, ketamina, un anestésico que en dosis altas puede generar alucinaciones (también es un tranquilizante de uso veterinario) y cafeína.
Y es que este polvo rosado, ha venido tomando fuerza desde hace diez años el escenario de las fiestas en Colombia, principalmente en personas de 18 a 34 años.
“Se prenden otra vez la alarmas debido a que ha habido un aumento dentro de las emergencias médicas y también siquiátricas: las personas reportan que en algún punto de las crisis, el tusi está involucrado”, señaló el psicólogo del proyecto, Daniel Rojas