Una fuerte detonación perturbó la tranquilidad de los residentes del corregimiento de El Remolino, en la zona rural del municipio de Taminango, al norte del departamento de Nariño. El incidente ocurrió cuando individuos desconocidos, que se desplazaban en una motocicleta, arremetieron contra la subestación de la Policía lanzando un dispositivo explosivo. Afortunadamente, no se reportan víctimas mortales ni personas heridas en este ataque.
Según los informes preliminares, alrededor de las 9:00 de la noche del lunes 14 de agosto, dos individuos en una motocicleta claramente identificada arrojaron lo que parece ser una granada de fragmentación. La explosión se produjo en el estacionamiento de la subestación, generando un incendio que fue rápidamente controlado por los agentes en servicio en ese momento.
Los habitantes de la región, que lograron capturar imágenes con sus dispositivos móviles, comentaron sobre la intensidad del estruendo y se aproximaron de inmediato a la subestación de la Policía. Es relevante destacar que esta subestación ha sido atacada en dos ocasiones en menos de un mes.
La comunidad que reside en las proximidades de la subestación policial vive con temor debido a la posible presencia de grupos armados ilegales en las zonas altas de la montaña. Este clima de inseguridad ha persistido durante varias semanas, generando preocupación entre los residentes.
Fuentes anónimas comentaron a Blu Radio que, afortunadamente, el atentado no ocurrió durante el día debido al flujo constante de personas que transitan por el área para acceder al transporte intermunicipal y departamental.
El corregimiento se encuentra a dos kilómetros del puente vehicular que marca la división geográfica entre los departamentos de Cauca y Nariño. De acuerdo con los mismos residentes, fue el segundo atentado que recibió la Policía del sector en un solo día.
Policías se salvaron de morir por una motobomba en Nariño
La escalada de violencia dirigida contra las fuerzas de seguridad sigue su curso implacable y aparentemente incesante. Cinco horas antes del doble atentado en Taminango, se había informado sobre un nuevo episodio en el que cuatro agentes de la Policía han sido atacados con explosivos en el departamento de Nariño.
Según los datos disponibles, los oficiales de la Policía fueron convocados para responder a un supuesto incidente de riña en la avenida Los Caciques, en la vía que conecta a Llanada con Samaniego, en el suroccidente de Nariño. Justo cuando los uniformados se aproximaban al sitio del suceso, individuos desconocidos detonaron una motocicleta bomba a escasa distancia de la comisaría.
Por fortuna, los cuatro agentes lograron escapar de la muerte tras la explosión de la motocicleta. Aunque esta detonación ocasionó daños materiales en los cristales de un matadero municipal, dos viviendas y una estación de servicio, se registró la afortunada ausencia de heridos o víctimas mortales.
Inmediatamente después del estallido, fuerzas conjuntas de la Policía y el Ejército Nacional retomaron el control de la situación. Se destacó que este incidente estuvo a punto de convertirse en una tragedia debido a la ubicación de la motocicleta en un área urbana transitada con frecuencia por peatones.
Este reciente acto de violencia se suma a la serie de episodios de inseguridad que se han producido de manera reiterada en la zona. Los residentes de Llanada han vivido semanas de incertidumbre debido a la presencia de grupos armados ilegales que compiten por el control del corredor estratégico en el suroccidente de Nariño.
Un portavoz de la comunidad señaló que estos grupos armados siguen manteniendo su influencia y participando en enfrentamientos en la región, lo que pone en peligro la seguridad de los civiles. Esto ocurre a pesar de la presencia del representante de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Benildo Estupiñán.