La Procuraduría envió una alerta frente a la preocupante vulneración de derechos de los menores de edad, al reportar que este año se han reportado las cifras más altas de violencia intrafamiliar en Bogotá, Medellín, Cali, Villavicencio y Barranquilla.
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre enero y abril de 2024 se reportaron 177 homicidios de niños, niñas y adolescentes, 11 de los cuales fueron cometidos contra población en etapa de primera infancia, siete a infantes y 159 en etapa de adolescencia.
A esto se suma que en para el mismo periodo, se registraron 11.195 situaciones de violencia en esta población, donde 5.889 fueron exámenes médico-legales por presunto delito sexual, 2.754 por violencia intrafamiliar y 2.552 por violencia interpersonal.
Sobre el reporte de las ciudades con mayores índices de casos de violencia intrafamiliar según medicina legal está Bogotá con mayor reportó mayor número de casos (880), Medellín (112), Cali (64), Villavicencio (52), Barranquilla (44), Ibagué (38), Cúcuta (35), Yopal (33), Bucaramanga (28) y Valledupar (25).
La Procuraduría también expresó preocupación por el número de niños, niñas y adolescentes que han ingresado al sistema de protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, reportando entre enero y marzo de 2024, 11.427 registros, siendo los motivos más recurrentes de ingreso por omisión o negligencia, por violencia sexual y por falta absoluta o temporal de responsable.
A este contexto de violencia intrafamiliar se suman las preocupantes cifras de ataques contra la mujer en lo corrido del año 2024, refiriendo que en el primer semestre del año se han conocido en medios de comunicación 121 feminicidios, la mayoría cometidos en Valle del Cauca, Antioquia, Santander y el Atlántico; así como el registro de ocho transfeminicidos, aplicación del delito de feminicidio contra personas transgénero.
“La violencia intrafamiliar es un delito grave que requiere investigación oficiosa y no se pueden ignorar los niveles de riesgo que enfrentan las víctimas, quienes en muchas ocasiones no se autoperciben como tal debido al sometimiento al ciclo de violencia o por la dependencia económica”, señalaron desde el ente de control.
“Es crucial evaluar los comportamientos y las manifestaciones de las víctimas con un enfoque diferencial y de género, considerando la cultura machista y patriarcal que ha afectado al país durante muchos años”, concluyeron.
*Con información de Colprensa.