Eliécer Cardozo Barón, comandante del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Estación de Policía de Suba, en Bogotá, para la época del Paro Nacional de noviembre de 2019, fue destituido de su cargo e inhabilitado por un lapso de 12 años y medio por parte de la Procuraduría General de la Nación.
El motivo expuesto por el Ministerio Público es que Cardozo usó de manera desmedida su fuerza durante el despliegue de sus unidades en la época del paro. De manera concreta, él fue quien protagonizó la patada en el rostro a una mujer en inmediaciones de la Universidad Nacional, imágenes que fueron ampliamente difundidas por redes sociales.
“La mujer se encontraba en situación de indefensión y vulnerabilidad en relación con la condición física del uniformado”, sostiene el ente de control al verificar que, por el contrario, el oficial contaba con su uniforme con especificaciones especiales para su protección.
Asimismo, el entrenamiento recibido por este para el desarrollo de las funciones del antiguo Esmad, ahora UNDMO (Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden), lo ponían aun en una mayor condición de superioridad con respecto a la mujer.
La Procuraduría le recordó al uniformado y a la ciudadanía dos puntos clave en la investigación. La primera, que la aplicación de la fuerza por parte de esta autoridad debe ser la última opción utilizada, y ya en casos en los que se deba salvaguardar la vida de alguien.
Y en segundo lugar, que la integridad física, tanto de los ciudadanos como de los propios agentes del antiguo Esmad, “debe regirse por los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y racionalidad”.
El actuar inapropiado del uniformado no solo fue cuestionado por las imágenes ya bastante reveladoras de por sí, sino también por los resultados del informe pericial que le realizó Medicina Legal a la mujer, que se complementó con un examen médico que se realizó en una unidad de urgencias luego de lo ocurrido.
Estas pruebas demostraron que el ahora excomandante del Esmad de la Estación de Policía de Suba le causó a la ciudadana importantes lesiones en su cabeza, cuello, tórax, abdomen y extremidades inferiores, tanto por el golpe recibido como por la fuerza del mismo y la caída al suelo.
Con esto, la Procuraduría calificó la falta del disciplinado como gravísima a título de dolo, lo que le valió la suspensión e inhabilitación en el fallo de primera instancia, el cual puede ser apelado ante la Sala Disciplinaria Ordinaria de Juzgamiento si el oficial así lo considera.
En redes sociales, aunque mayoritariamente fue aplaudida la decisión, también cuestionaron que hayan transcurrido más de cuatro años para la investigación de este caso, considerando que las pruebas del actuar del excomandante estaban lo suficientemente documentadas a través de fotografías y videos subidos a la mismas plataformas sociales.