La polémica representante a la Cámara, Susana Gómez Castaño, conocida como Susana Boreal, deberá responder ante la Procuraduría General de la Nación por el supuesto trato irrespetuoso en contra de varios miembros de su equipo.
Según la Sala Disciplinaria de Instrucción, al parecer, la congresista del Pacto Histórico y su pareja sentimental, Christhian David Guzmán, habrían incurrido en conductas que pudieron causar ofensas y perjuicios a miembros de su grupo de trabajo como descalificar sus labores, ignorarlos, minimizarlos e incluso solicitarles préstamos de dinero y de bienes que, presuntamente, no fueron devueltos.
En un auto de 79 páginas, el Ministerio Público detalló que encontró sustento en las quejas de los trabajadores que señalan a Boreal por maltrato. Las denuncias fueron presentadas por personas que estuvieron vinculadas a la Unidad de Trabajo Legislativo de la congresista entre agosto de 2022 y enero de 2023.
La entidad también señaló que se pudo configurar la vulneración de los presupuestos mínimos de conductas exigibles a la dignidad del cargo ostentado por la congresista y su asesor. Esto se habría llevado a cabo por el aparente uso de un lenguaje manipulador y de menosprecio sobre el trabajo y opiniones de los colaboradores.
Con su presunto comportamiento, la representante del Pacto Histórico y su pareja pudieron infringir el principio de moralidad, por lo que, de manera provisional, el organismo de control calificó la conducta como falta grave cometida a título de dolo.
En el documento de auto, la Procuraduría expone los testimonios de seis personas que trabajaron en la UTL de Susana Boreal y coincidieron en que su trato pudo ser ofensivo. De acuerdo con los señalamientos, la congresista les exigía que estuvieran disponibles en la oficina hasta altas horas de la noche y que le respondieran mensajes de WhatsApp, incluso los fines de semana.
También se expone que “ignoraba a los miembros de la UTL, no los saludaba, no contestaba mensajes por días o semanas, utilizaba un tono seco, manipulador y pasivo agresivo para minimizar o menospreciar el trabajo y opiniones del equipo”.
Según los colaboradores, constantemente les solicitaba dinero prestado y artículos como ropa y zapatos, que, al parecer, no devolvía. Incluso, pedía a los miembros de la UTL que le permitieran descansar en su casa “sin ser cuidadosa con el espacio”.
El procurador ponente Luis Francisco Casas explicó que este proceso también está relacionado con las faltas en las que habría incurrido la representante a la Cámara por Antioquia por incluir a su novio como asesor de su Unidad de Trabajo Legislativo.
“La congresista habría nombrado y posesionado como asesor a su pareja sentimental, con lo que podría haber incurrido en falta disciplinaria y actuado a pesar de la existencia de causales de inhabilidad, incompatibilidad o conflicto de intereses”, indicó la Sala Disciplinaria de Instrucción en marzo, cuando se abrió la investigación disciplinaria.