La Procuraduría General de la Nación, tras dos años en que adelantara investigaciones, destituyó y sancionó por 19 años al coronel de la Policía, Benjamín Núñez, por el asesinato de tres jóvenes en Chochó (Sucre) en 2022, decisión que se suma a la condena de 29 años que pesa en su contra, decretada hace un año por la Juez Cuarta Penal del Circuito de Sincelejo.
Junto a él, fueron sancionados, entre 11 y 15 años, al mayor Cristian Alberto Betancur y a los patrulleros Eduar de Jesús de la Rosa, Santiago Garavito Díaz, Rafael Paz, Uber Guillermo Mieles, Bernardo Pontón, Diana Marcela Puerta y Leila Carolina Ávila. Todos ellos, por no haber protegido la vida e integridad de los civiles capturados y posteriormente asesinados.
Los mencionados fueron hallados responsables de una falta gravísima que se encuentra el parágrafo del artículo 45 de la Ley 2196 de 2022 del estatuto de la Policía por la comisión de una conducta que es considerada como delito de prevaricato por omisión y abuso de autoridad, ya que no protegieron la vida e integridad de los jovenes capturados que resultaron muertos con ocasión de procedimiento policial.
En la misma decisión, el órgano de control absolvió a la subteniente María Camila Buriticá Valencia, comandante del CAI, para la época de los hechos, y a los patrulleros Jesús María Bolaño Castro, Álvaro Antonio Álvarez Ricardo y Yamit Alfonso Henao Araque.
El asesinato de Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibáñez y José Carlos Arévalo en el corregimiento de Chochó del municipio de Sincelejo (Sucre) ocurrió el lunes 25 de julio de 2022.
En la tarde de ese día, según las investigaciones, los tres jóvenes fueron detenidos ilegalmente y luego golpeados, en el marco del plan candado decretado horas antes por las autoridades por el asesinato del patrullero Diego Felipe Ruiz en una panadería del municipio de Sampués, a manos de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), más conocidas como el Clan del Golfo.
Luego fueron subidos con vida al platón de una camioneta en la que iba el coronel Núñez, quien haciendo uso de su arma de dotación le disparó tres veces a corta distancia a Ibáñez y a Arévalo y una vez en contra de Díaz.
La investigación concluyó que esta camioneta llegó a la Clínica María Reina de Sincelejo ya con los jóvenes muertos, debido a que fueron asesinados en el camino y que este hecho se cometió presuntamente como un acto de venganza por el señalamiento que les impusieron por la muerte del patrullero Diego Felipe Ruiz.
*Con información de Colprensa y redacción de El País