Cada que el Fenómeno de El Niño amenaza con hacer presencia en las diferentes regiones del país, se encienden las alertas por la inminente sequía. En esta ocasión, los pronósticos indican que la temporada puede ser de alta intensidad.
Ante esto, algunos expertos han presagiado que las necesidades energéticas en el país podrían verse afectadas. Han llegado, incluso, a comparar la situación actual con el racionamiento y posterior apagón ocurrido a inicios de la década de 1990.
En esa época, las dificultades que se presentaron, la falta de infraestructura de generación de energía y la falta de soluciones por parte del Gobierno del presidente César Gaviria ocasionaron que Bogotá, aun siendo capital, presenciara apagones de hasta 9 horas de duración.
En los territorios apartados del centro del país, la ausencia de energía llegó a tener periodos de hasta 18 horas. Los expertos aseguraron que las realidades de ambas épocas no distan tanto la una a la otra, por lo que es primordial evitar ese escenario.
Amylkar Acosta Medina, exministro de Minas y Energía entre el 2013 y 2014, explicó que en ese momento “el país dependía en más del 80 % de las plantas hidroeléctricas para su generación de energía”, además de que esa temporada seca “se prolongó en el tiempo y con una alta intensidad”, como se prevé para este año.
Además de esto, la dependencia energética en las plantas hidroeléctricas varía en cada año, pero se mantiene alta. Son más de 150 las hidroeléctricas del país que generan cerca del 70 % de la energía que se consumen los colombianos. El otro 30 % lo producen las 61 plantas térmicas.
Sin embargo, las cifras de dependencia varían y podrían ser mucho mayores: a septiembre del 2022, la energía del país el año anterior había sido producida en un 84 % por las centrales hidroeléctricas, según Sinergox, entidad que centraliza la información pública del Mercado de Energía Mayorista (MEM) y la operación del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
La directora ejecutiva de Asoenergía, Sandra Fonseca, manifestó por su parte que hay “hay retrasos en los proyectos de generación y transmisión (de energía), mientras la demanda crece a ritmo acelerado. De tal manera, no tenemos una gran capacidad de reserva en términos de energía y eso nos hace vulnerable”.
Lo cierto es que, de acuerdo con los pronósticos, se espera que el Fenómeno de El Niño llegue entre los próximos meses de junio y julio. Sin embargo, su posible extensión es incierta.
Los expertos agregaron que las reservas actuales que contienen los embalses del país posibilitan el suministro para un periodo estimado de cuatro meses, es decir, que si la temporada seca no solo es extrema, sino que se extiende por un tiempo igual o mayor a este, el país podría quedar expuesto a un déficit.
A pesar de todo este panorama, el Gobierno en cabeza del presidente Gustavo Petro ha asegurado que no hay riesgo de que el país sufra apagones, ni de que haya racionamiento de energía.
“Ningún número de hoy (19 de mayo de 2023) indica que va a haber apagones. Es un Fenómeno de El Niño que va a haber en un 90% de probabilidad, pero hasta este momento lo que las probabilidades dan es débil o moderado”, expresó el Mandatario.
El Presidente aseguró que las empresas de electricidad están encargadas de realizar obras que impidan posibles apagones, esto con los más de $ 68 billones que tienen en ahorros.
Por otro lado, también intentaron disiparse las preocupaciones ante un posible aumento en las tarifas de los servicios energéticos a causa de la misma sequía.
“En el Ministerio estamos desarrollando un mecanismo, invitando a que las generadoras puedan vender con contratos de largo plazo a esas comercializadoras, de manera que a dicha comercializadora no le toque salir al mercado en bolsa a comprar una energía altísima, sino que con un contrato ya previamente tranzado se mitigue un poco el impacto que esto pueda tener en los usuarios”, afirmó Irene Vélez, ministra de Minas y Energía.