Desde su traslado a Bogotá el pasado 31 de agosto, Claudia Ximena Orozco, promotora del narcobus que salió de Cali y se accidentó a dos horas de Quito, ha pasado sus días en una estación de Policía de la capital de Colombia a la espera de una decisión judicial.
Por ahora, su privación de la libertad corre por cuenta de una circular ante Interpol (policía internacional) por un juez de Ecuador, país donde se enfrentaría a una pena de 10 a 13 años por el delito de tráfico de sustancia psicotrópicas.
Sin embargo, los papeles de extradición a dicho país aún no han se han tramitado, según lo expuesto por Elmer Montaña, abogado defensor de Claudia.
"Estamos a la espera de que el Gobierno ecuatoriano oficialice la solicitud y aporte los documentos que se necesitan para iniciar el trámite de extradición", puntualizó Montaña.
Agregó que "entre esos documentos deben anexar que Claudia está siendo procesada en Ecuador, que se adelanta un proceso penal en contra de ella, a raíz de una decisión de un juez de la república".
Cabe recordar que el pasado 26 de agosto la justicia de Ecuador dictó medida de prisión preventiva contra Claudia y cuatro de los sobrevivientes del accidente que cobró la vida de 24 personas.
Los otros cobijados con esta medida son Cristian Andrés Parra Silva (conductor del bus), Dennis Julieth Bueno Cardona, Martha Isabel Londoño y Germán Andrés González.
Los indiciados, que aún permanecen en Ecuador, están retenidos en el centro de detención provisional de El Inca - Quito.
"En el caso de Claudia, luego de que los documento sean tramitados, deberán pasar al Ministerio de Justicia de Colombia, entidad que analiza el proceso y lo envía con un concepto a la Sala Penal de la Corte Suprema, luego esta última es la encargada de decidir si procede o no la extradición", aclaró Elmer Montaña.
En el caso de que el concepto de la Corte Suprema sea favorable a la extradición, la última palabra la tendrá el presidente de Colombia, Iván Duque, quien deberá firmar el traslado hacia Ecuador.
"Este es un proceso demorado", complementó el abogado defensor.
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Los días de Claudia sin libertad
Claudia Ximena Orozco, de 40 años, se entregó a las autoridades colombianas el pasado 29 de agosto, 16 días después del accidente del bus que viajaba cargado con 638 kilos de marihuana tipo creepy.
Su nombre fue el primero que salió a luz pública cuando las autoridades y familiares de los fallecidos empezaron a atar cabos. Claudia había sido la promotora del viaje que salió el 5 de agosto desde el barrio Las Acacias, de Cali.
En su entrega confesó conocer del cargamento de droga, una vez el bus emprendió el viaje, también señaló que no era la primera ocasión que ejercía como guía turística en buses de turismo gratuito con destino a Perú, frontera con Chile.
Dijo, además, que el bus era custodiado por un carro blanco en donde viajaba David Santofimio, presunto líder de la organización criminal. Por todos estos hechos, las autoridades la capturaron y la trasladaron a Bogotá, donde pasa sus días en una estación de la Policía.
"Aproveché que tenía una audiencia en Bogotá la semana pasada y arrimé a hablar con ella y me contó que inicialmente hubo un inconveniente con un teniente de la Policía que la obligaba a formar en la fila a las 6:00 a.m. y ella tiene un problema delicado en una pierna. Los internos se quejaron con el capitán y él arregló la situación. Me cuenta que los primeros días fueron complicados", reveló el abogado Elmer Montaña.
Enfatizó que su retención recae en la orden emitida desde Ecuador, porque desde la justicia colombiana no se hay ningún requerimiento contra Claudia.
"Su entrega fue voluntaria, porque ella se sentía culpable por lo que había sucedido", señaló.
Asimismo afirmó que sobre este caso se han dicho muchas mentiras. "En Ecuador la información que había dado la Fiscalía colombiana es que esta señora era dueña del alijo y la organizadora del viaje. La presentaron como el cerebro de la operación y nosotros le envíamos a ellos toda la información correspondiente que demostraba que la señora es simplemente una persona que contrataron como una especie de enganche. Y en el Ecuador están sorprendidos porque le habían vendido la idea que le iban a mandar la reina del sur".