Una de las novedades que trajo la política exterior colombiana con el gobierno e Gustavo Petro, quien se posesionó el pasado 7 de agosto, fue el restablecimiento de las relaciones con Venezuela.
Para ello, Petro designó al político que implementó su campaña, Armando Benedetti, quien acaba de renunciar en medio del escándalo que involucra además a Laura Sarabia, jefe de gabinete de la presidencia, que tanto ha dado de que hablar en los últimos días.
Mientras que el escándalo sigue su curso en Colombia, vale la pena preguntarse qué pasará con la sede diplomática del país en Venezuela, un país muy importante en la agenda nacional, gracias, entre otros aspectos, a la activa frontera que comparten las dos naciones.
Si Petro puso a Benedetti, un elemento tan cercanos a él, en esa importante posición, para que le diera forma a la reintegración de los dos países, ¿quién se encargará ahora de esa misión?
Conocedores del tema afirman que el ahora exembajador no había hecho muchos adelantos en su gestión.
Los consulados, por ejemplo, no han empezado a operar.
Por supuesto, no faltan los que empiezan a hacer cábalas sobre quién podría quedar al frente de la sede, sea de manera provisional o en propiedad.
Los primeros, nombres que se barajan, claro está, son los de quienes Benedetti deja en la embajada.
Por el lado de los funcionarios de alto rango, se mencionan los nombres de Lorena Arboleda Zárate y Germán Castañeda Benavides.
La primera es la ministra consejera y fungía además como mano derecha del embajador saliente.
Castañeda, el primer secretario, por su parte, es conocido por su conocimiento del vecino país y por su enfoque en la restauración de las relaciones.
Ha estado tan involucrado en este aspecto, que durante el tiempo de la interrupción, se encargó de coordinar los asuntos con Venezuela en la dirección de América del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Otra funcionaria que ha estado involucrada en el proceso con Venezuela es Fulvia Benavides, la cónsul en Caracas.
No obstante se comenta que tiene algo en contra y es la falta de celeridad en la implementación del consulado. Además, no tiene la confianza del presidente.
De otro lado, hay quienes especulan con que Alfonso Prada podría llenar la vacante que deja el excongresista Benedetti.
Prada fue jefe de debate de la campaña de Gustavo Petro y su ministro del Interior, luego de desempeñarse como como secretario general de la Presidencia, durante el mandato de Juan Manuel Santos, y director del SENA, entre otros cargos en la política.
Sin embargo, el abogado bogotano ya fue escogido por el presidente como embajador en Francia.
En fin, queda camino por recorrer en materia de relaciones colombo-venezolanas.
Por lo pronto, en cumplimiento del protocolo, el presidente debe notificar a Venezuela de la salida del embajador y manifestar quién quedará a cargo de la sede.
Los dos países rompieron sus relaciones durante una crisis que se presentó en 2010, durante los gobiernos de Álvaro Vélez, de Colombia, y Hugo Chávez, de Venezuela.
En los siguientes años, se presentaron cierres de los pasos fronterizos, salida de colombianos en bandada del vecino país, entre otras situaciones.