El calor en diferentes lugares del planeta es cada vez más intenso. De hecho, según la Organización Meteorológica Mundial, las temperaturas a nivel global se han incrementado en 1.5. En el caso de América Latina, en los últimos meses las temperaturas en la región han crecido por los efectos del fenómeno de El Niño.
En Colombia, por otro lado, el Ideam ha reportado aumentos de temperatura en diferentes regiones del país. En Medellín, por ejemplo, hay alerta por la llegada de oleadas de calor debido a la falta de arborización y coberturas vegetales en distintos sectores.
El Observatorio de Medio Ambiente, Reasentamiento y Hábitat de la Personería de la capital antioqueña lanzó una advertencia sobre las afectaciones de las olas de calor en ciertas zonas de la ciudad. De acuerdo con la entidad, en ocho barrios de la ciudad se concentran las llamadas “islas de calor urbano”.
Este fenómeno afecta a las grandes ciudades y se produce cuando los núcleos urbanos experimentan temperaturas más altas que sus alrededores, es decir, a medida que nos alejamos hacia la periferia, las temperaturas tienden a disminuir.
Según expertos, las islas de calor urbano se originan por la acumulación de estructuras, como edificios, aceras o asfaltos, que absorben más calor y lo liberan lentamente. Otros factores que influyen en la aparición de este fenómeno son el calor y la contaminación generada por el tráfico y la industria.
De acuerdo con la Personería de Medellín, en esta ciudad se ha incrementado la temperatura debido a la escasez de árboles y cobertura vegetal. Además, son ocho los barrios de la capital antioqueña considerados islas de calor urbano, fenómeno que genera alarma por posibles golpes de calor.
Cabe mencionar que estos aumentos de temperatura pueden generar complicaciones en la salud de las personas, especialmente en adultos mayores y niños.
Las mayores sensaciones térmicas se experimentarán en los barrios Guayabal, Girardot, Francisco Antonio Zea, Alfonso López, Héctor Abad Gómez, Toscana, Robledo y Castilla, donde las temperaturas superan el promedio de Medellín que se ubica sobre los 27 grados centígrados.
Al respecto, Edna Romero, líder del Observatorio de Medio Ambiente, Reasentamiento y Hábitat de la Personería de Medellín, mencionó que “esto se debe a las islas de calor que se están generando en estos sectores debido a la deforestación y al levantamiento de la capa vegetal en estos lugares”.
El Observatorio también hizo un llamado a la ciudadanía. Entre otras recomendaciones, las autoridades recalcaron no talar árboles, evitar arrojar residuos en las fuentes de agua para mantener su integridad, como también abstenerse de encender fogatas al aire libre y asegurarse de estar bien hidratado.
Finalmente, el Observatorio pidió a las autoridades locales combatir este fenómeno con acciones efectivas. “Se invita a las entidades competentes a realizar acciones de adaptación, mitigación y prevención del fenómeno isla de calor, haciendo recomendaciones a los diferentes actores sociales a no realizar desmonte de la cobertura vegetal, fomentar la construcción sostenible y plantar árboles”, dice la entidad.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, las temperaturas más altas afectan la salud de las personas, la calidad del aire y del agua y la cantidad de energía que utilizamos para enfriar los ambientes.
- Salud de las personas: las islas de calor pueden intensificar el clima caluroso extremo, lo cual puede causar problemas respiratorios, calambres por calor e insolación, además de provocar enfermedades o incluso la muerte, especialmente en personas vulnerables como adultos mayores, niños, personas de bajos ingresos y personas que realizan trabajos al aire libre.
- Calidad del aire: las islas de calor aumentan la demanda de energía para alimentar los sistemas de aire acondicionado, lo cual, a su vez, puede aumentar el costo de las facturas de electricidad y las emisiones de carbono de la central eléctrica causantes del cambio climático. Las temperaturas más elevadas también aceleran la reacción química que produce ozono a nivel del suelo, o smog.
- Calidad del agua: el pavimento caliente aumenta la temperatura de las escorrentías de aguas de tormenta, lo cual puede causar daños a la vida acuática en los cauces locales.
- Uso energético: las islas de calor son responsables del 5 al 10 % de la demanda de electricidad durante el verano, lo que aumenta el costo de las facturas de electricidad, la presión sobre la red eléctrica, caídas de tensión y apagones.