Por Luz Estella Cardona, reportera de El País
Paralelo al incremento salarial que comenzará a aplicarse en enero, el 2024 también traerá muchas alzas en los precios de bienes y servicios, lo que significa que los hogares necesitarán más dinero para cubrir sus gastos.
Los aumentos ya han empezado a anunciarse; por ejemplo, las tarifas de buses en ciudades como Bogotá y Medellín se incrementarán $150; el valor del pasaporte subirá $22.000, se fijaron nuevas tarifas para el impuesto de vehículos, también subirá el copago de las EPS, los seguros médicos, los arriendos, servicios públicos y el predial.
El precio de la gasolina volverá a crecer en enero en $600 desde este lunes. En Cali, el valor promedio del galón será de $15.500 y empezarán también las alzas del acpm.
El Ministerio de Transporte publicó la resolución de incremento de los peajes que subirán en este primer mes del año a ritmo del IPC de 2022, de 13%, y nuevamente en julio a tasa por definir del IPC de 2023.
Los impuestos son otro elemento que se suma, por ejemplo, los productos ultraprocesados tendrán que pagar más tributos, lo que puede seguramente se verá reflejado en los precios al consumidor.
Según el artículo 131 del Código Nacional de Tránsito, las infracciones, que se dividen de la categoría A hasta la F quedarían de la siguiente forma, teniendo en cuenta el alza del 12% del salario mínimo:
- A: Cuatro salarios mínimos legales diarios vigentes. Que en 2024 equivaldrán a $173.733
- B: Ocho salarios mínimos legales diarios vigentes. Es decir, el próximo año quedarían en $346.667
- C: Quince salarios mínimos legales diarios vigentes. Que en 2024 quedarán costando $650.000
- D: 30 salarios mínimos legales diarios vigentes equivalentes a $1.300.000
- E: 45 salarios mínimos legales diarios vigentes lo que corresponderá a $1.950.000
Por ejemplo, conducir sin licencia tiene multa B, es decir, equivaldría a $34.667, lo mismo que no tener placas.
¿Una alegría efímera?
“En enero comienza a aplicar el alza del salario mínimo establecida en diciembre. Sin embargo, la alegría dura poco porque en paralelo las fuerzas del mercado y la indexación llevan a que aumenten los precios de muchos bienes y servicios que terminan por erosionar el alza salarial”, sostiene Jaime Ahcar, director del Programa de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali.
Según advierte, el esfuerzo del Gobierno Nacional por desindexar de alza del salario mínimo algunos bienes y servicios, caso de las sanciones, multas y algunos servicios públicos que aumentarán 9,51% basado en la Unidad de Valor Básico, UVB, que es menor al IPC de 10,15%, apenas aporta un alivio marginal.
“Para ello, se debe mantener el objetivo de llevar la inflación hacia su meta de 3%. El reto de 2024 será entonces bajar las tasas de interés lo suficientemente rápido para mantener la economía a flote, sin renunciar al logro de los objetivos monetarios”, subrayó Ahcar.
Por su parte, Juan Pablo Herrera, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, calificó como “relativamente alentadores” los datos recientes de inflación, al presentarse en noviembre una reducción de 33 puntos básicos frente a lo que se veía en el mes de octubre, y “seguramente terminemos el 2023 por encima del 10% o alrededor de esa cifra, lo cual impone grandes desafíos para el 2024″.
No obstante, dijo que ve con preocupación que el sector de bienes regulados, que corresponde a energéticos, continúa presentando una tendencia alcista con leves presiones de inflación mayores en términos relativos, a lo que se está viendo en otros productos.
“Vemos también con relativo optimismo que la inflación de alimentos está cediendo, y seguramente esto permitirá cada vez impactar menos en el bolsillo de los colombianos para 2024 y que ese aumento del salario mínimo de $140.000 no desaparezcan pronto. Por supuesto que, en la medida en que la política monetaria sea efectiva y los niveles de inflación respondan adecuadamente a los mecanismos instaurados por el emisor, veremos una perdida menor en el poder adquisitivo de los colombianos”, repuso el economista.
Entre tanto, Andrés García, investigador laboral de la Universidad del Rosario, dijo que “algo deseable, con los matices que eso puede tener, es que el salario mínimo no aumentara mucho por encima de lo que fue la inflación en 2023″, para evitar que ese porcentaje también se use para fijar otras alzas.
Según dijo, hay muchos productos que ya se han logrado desindexar de ese dato, pero de todas maneras, el aumento del primer trimestre suele ser más alto de lo que se observa en el resto del año y, ese repunte en precios al inicio del 2024 tiene que ver con lo que ocurre con el salario mínimo.
“Entonces es muy probable que si el aumento del salario mínimo es muy alto (fue un poco más de dos puntos por encima de la inflación esperada), veamos más repuntes en los precios en esos primeros meses del año y, teniendo en cuenta la inercia que hay y el esfuerzo que hizo el Banco de la República bajando las tasas de interés, la expectativa es que no se generen unos incrementos más allá de lo que subió el salario mínimo para que, digamos de alguna manera, no se ‘coma’ este aumento”, repuso García.
De otro lado, Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la Universidad del Rosario, anotó que enero es un mes que viene normalmente con un incremento de precios.
Por ende, explicó, hay dos canales directos: La inflación de cierre del año 2023 que se traduce automáticamente en el alza de algunos rubros, por ejemplo, arriendos.
El segundo es el repunte del salario mínimo también impacta la estructura de costos de ciertas empresas que lleva a un aumento en otros rubros, un ejemplo es educación.
“El incremento del salario mínimo tiene un impacto fuerte en la estructura de costos de colegios y universidades y seguramente impacta el costo de las matrículas”, expresó.
En tal sentido, coincidió con los otros expertos en que si bien se ha trabajado en la desindexación de muchos servicios, que antes subían asociados al incremento del salario mínimo, seguramente esos rubros se verán impactados por el incremento de la inflación en el 2023 y un poco más por el 12% que repuntó el mínimo.
Esto porque el salario mínimo creció 12% y los 2,6 millones de personas que devengan este sueldo tendrían una ganancia, y sus ingresos no se deteriorarían, sí se logra que los precios sigan en descenso como se está esperando.
Aun así, los hogares colombianos no dejarán de sentir que los $140.000 más que recibirán desde enero, por cuenta del nuevo salario, se irán diluyendo entre las alzas de muchos servicios y bienes que no van a dar espera y empezarán a cobrarse desde los próximos días en el país.