Luz Mery Tristán Gil fue una destacada deportista colombiana que dejó una marca imborrable en el mundo del patinaje. Nació en Pereira, pero llevaba muchos años en Cali, y desde muy joven mostró su pasión por los deportes sobre ruedas. Aunque tuvo un breve acercamiento al ciclismo, fue en el patinaje donde logró sus mayores hazañas y obtuvo un título mundial histórico para Colombia.
Su trayectoria en el patinaje inició a finales de la década de los setenta cuando la moda de patinar invadió las calles. Animada por un amigo, se inscribió en la Federación de Patinaje de Cali y después de dos años de entrenamiento, participó en el primer campeonato nacional femenino en 1979, obteniendo el segundo lugar. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Luz Mery se consagrara campeona nacional en 1980 y campeona panamericana en 1983.
La década de los ochenta fue su época dorada en el patinaje. Se convirtió en la mujer dominante en esta disciplina, ganando títulos panamericanos e iberoamericanos, además de obtener el segundo lugar en dos campeonatos mundiales.
Su gran momento llegó el 17 de noviembre de 1990 en Bello, Antioquia, cuando hizo historia al conquistar el primer título mundial en patinaje para Colombia en la prueba de los 5.000 metros.
Curiosamente, cuatro años antes de su triunfo en el patinaje, Luz Mery Tristán incursionó en el ciclismo motivada por su admiración hacia Lucho Herrera, uno de sus ídolos. Participó en el Tour de Francia Femenino como parte de un equipo dirigido por Efraín Forero Triviño, el Zipa. Aunque esta experiencia no fue tan exitosa como su carrera en el patinaje, su participación en la competencia histórica dejó una huella importante para las mujeres colombianas en el ciclismo.
La bicicleta en ese entonces se convirtió en un vehículo de lucha por los derechos de las mujeres en Europa. Mientras en Colombia, el ciclismo era visto principalmente como un pasatiempo, Luz Mery y sus compañeras de equipo demostraron que las mujeres podían competir en igualdad de condiciones en un escenario internacional.
A pesar de la experiencia en el ciclismo, Luz Mery Tristán se dedicó de lleno al patinaje y siguió cosechando éxitos. En 1987, batió récords mundiales en el Parque El Salitre de Bogotá y se destacó en los Juegos Panamericanos de Indianápolis, ganando la medalla de oro en la prueba de los 5.000 metros.
Luego de su triunfo en el mundial de 1990, Luz Mery se retiró del deporte de competición para enfocarse en el emprendimiento. Trabajó en su propia fábrica de ropa deportiva y fundó en Cali una escuela de patinaje que lleva su nombre. A través de su escuela, ha formado a campeones mundiales y ha dejado un legado para las futuras generaciones de patinadores colombianos.
El Centro Deportivo Luz Mery Tristán, fundado en 2006, es un testimonio vivo de su legado. Luz Mery se convirtió en una figura inspiradora y ejemplar para los jóvenes deportistas que han encontrado en el patinaje una pasión y una oportunidad para alcanzar sus sueños.
“Hoy, aunque Luz Mery Tristán ya no está físicamente entre nosotros, su legado y su espíritu perduran en cada patinador y patinadora que ha pasado por su escuela y en aquellos que, de alguna manera, han sido tocados por su historia de éxito y superación”.
Luz Mery Tristán Gil fue una verdadera campeona y una pionera en el mundo del deporte colombiano. Su memoria seguirá viva en los corazones de quienes la conocieron y en el patinaje colombiano, donde su legado continuará inspirando a las nuevas generaciones a alcanzar la excelencia en el deporte que ella amaba. Descanse en paz, Luz Mery Tristán Gil, una verdadera leyenda del patinaje colombiano.