Amarrado con una cuerda de menos de 30 centímetros, en un estado de desnutrición alarmante y con signos evidentes de maltrato en sus colmillos superiores e inferiores, se encontró a un mono capuchino o mono cariblanco en una residencia del barrio La Maruchenga, en el municipio de Bello.
El primate, un macho juvenil, fue rescatado y trasladado a la Estación de Paso de Fauna Silvestre para recibir atención veterinaria. Después de ser atendido se estabalecio que el mono había estado cautivo durante al menos tres meses, sometido a condiciones inhumanas, en un claro acto de crueldad.
Juan David Palacio Cardona, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, condenó enérgicamente este “repudiable” caso de maltrato animal y afirmó que se tomarán medidas legales para buscar una sanción penal para el responsable.
“No vamos a conformarnos con una sanción administrativa, buscaremos que se haga justicia de forma penal. Estas noticias son desgarradoras, ya que este mono ha sido secuestrado”, expresó indignado el director de la entidad.
El rescate del mono fue llevado a cabo por la Unidad de Control y Vigilancia del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, con la colaboración de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
Este caso de maltrato animal se suma a otros esfuerzos realizados por las autoridades ambientales, donde se han logrado recuperar diversas especies de fauna silvestre en diferentes áreas del municipio de La Estrella y el corregimiento de San Antonio de Prado en Medellín.
Entre las especies incautadas en estos operativos se encuentran tres canarios costeños, tres semilleros, dos tortugas morrocoy, una lora barbiamarilla, un perico peal y un barranquero.
En el último año, el Centro de Atención y Rehabilitación del Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha recibido más de 3.000 especies de fauna silvestre provenientes de procesos de incautación o entregas voluntarias. Las especies más comunes son monos titíes, tortugas morrocoy, hicoteas, loras, pericos y guacamayas.
Casos en Cali
El pasado 17 de febrero llegaron al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio de la CVC 102 monos de la especie Aoutus y 6 de la especie Saimiri, que le fueron decomisados al Centro de Investigación Científica Caucaseco, tras denuncias de presunto maltrato animal. El centro de investigación también dio la versión de los hechos.
La autoridad ambiental informó que los individuos fueron sometidos a un periodo de cuarentena (90 días) de acuerdo a lo establecido en la Resolución 2064 de 2010, “por la cual se reglamenta las medidas posteriores a la aprehensión preventiva, restitución o decomiso de especímenes de especies silvestres de fauna y flora terrestre y acuática”.
La cuarentena consiste en el aislamiento de los individuos para la detección de enfermedades y permitir una evaluación precisa del estado de salud.
En este periodo se aplican protocolos de medicina preventiva y curativa según sea el caso; así mismo se puede extender hasta que cualquier proceso patológico que se haya registrado en este tiempo, haya sido resuelto, y hasta que se garantice que no hay posibilidad de transmisión de ningún agente infeccioso a los demás animales.
Ley Ángel
El proyecto ley ángel defendido por la senadora animalista Andrea Padilla, fue aprobado en primer debate con una votación unánime y espera una nueva fecha para desarrollar el segundo debate ante la Plenaria del Senado.
Aunque en el país ya existe la ley 1774 del 2016 que se encarga de velar por el bienestar de los animales, esta modificación se encargaría de endurecer las penas por maltrato.
Es decir, se actualizarian las disposiciones en materia de protección y bienestar animal y unificar el procedimiento por el cual se sancionan las conductas constitutivas de maltrato animal que no se regulan por el Código Penal.
“Se intenta actualizarla con disposiciones que no generen mayor controversia, pero que sí permitan darle a los animales mayores garantías y resolver problemas que se encuentren en el procedimiento” indicó la senadora en debate.
La Senadora agregó que la iniciativa no tocará las excepciones que están dispuestas en las peleas de gallos e igualmente señaló que el nombre del proyecto hace honor a Ángel, un perrito que fue despellejado vivo en Boyacá, pero a pesar de las dolorosas heridas luchó por su vida y ha logrado sobrevivir tras más de 15 cirugías reconstructivas.