Dos personas celebraron el atroz asesinato del empresario Hernán Roberto Franco, ocurrido el pasado 21 de febrero, en inmediaciones del Parque de la 93, al norte de Bogotá, según se pudo evidenciar en un audio conocido por Semana. La conversación que quedó grabada, es parte de las pruebas de la investigación que se lleva a cabo.
Después de celebrar la noticia, las dos mujeres que protagonizan la grabación procedieron a realizar planes a futuro, los cuales, según se puede escuchar, debían ejecutarse lo más pronto posible, pues necesitaban ‘tomar decisiones’, curiosamente, vinculadas con la empresa a la que Franco le hizo una auditoría: El Arrozal.
“Mire, por favor hagamos una reunión, hagamos una reunión todos, resulta que mataron esta mañana a Hernán Roberto Franco Charry en su oficina, necesitamos unirnos ahora más que nada”, se escucha en el audio.
Según reveló Semana, las mujeres buscaban “agarrar la coyuntura”. De hecho, un testigo que habló con el medio antes mencionado, recalcó que las personas que entablaron la conversación son integrantes de la familia que se disputa el control de El Arrozal. “Dos herederas que se enfrentaron con sus hermanos por el dinero y los bienes del negocio, pero que el auditor las mantenía a raya”, confirmó la Revista.
“Buenos días, (se reserva el nombre) no sé qué vamos a hacer, pero es el momento de agarrar esta coyuntura, esta mañana o ayer mataron a Hernán Roberto Franco Charry, dicen las noticias, métase por las noticias para que usted vea es la realidad, bendito Dios”, dice la grabación.
La intención de la conversación era concretar un “negocio” y coger “débil” a un hombre que identificaron como Jonathan, al parecer, otro de los herederos de El Arrozal.
Asimismo, Semana reveló que en la charla vincularon a otra persona, Pedro Bastidas, quien resulta crucial en la investigación de la Fiscalía.
“Tenemos que unirnos ya en este momento, estamos agarrando la parte débil del Jonathan, del Pedro Bastidas, nosotros estuvimos ayer en la empresa, en las bodegas y todo eso, y no hay nada, nada de El Arrozal, todo lo que están empacando es de Pedro Bastidas; o sea, miremos cómo nos vamos a unir, comuníquese con (se reserva el nombre), pero ella no me contesta”, señala quien lidera la conversación.
Hay que mencionar que Bastidas es el socio mayoritario que llegó a El Arrozal, “el hombre encargado de adquirir más del 40 por ciento de la empresa y dejar el resto en la disputa que casaron los hermanos Romero”, afirmó el medio.
En la mañana en que mataron a Franco, el accionista, justamente, se reuniría con él. La información revela que al parecer, el empresario tuvo una frecuente comunicación con la víctima.
“Me dijo que dejaría de ir a la oficina, pero que cualquier cosa estaba en la casa pendiente, ya que tenía miedo de salir. Esa vez duró como dos semanas que no iba a la oficina y ponía los conductores a dar vueltas a la manzana del edificio para ver si lo estaban observando”, narró un testigo sobre Franco. De hecho, días antes había dicho: “Estos h$% me quieren joder”.
Es importante aclarar que Jonathan, el hombre que nombran las dos mujeres en la conversación que hace parte de las pruebas claves en la investigación, de acuerdo con el testigo que habló con Semana, sería Jonathan Romero, quien amenazó a Franco tras varias acusaciones. “Fue Jonathan”: fueron las últimas palabras de Franco tras recibir tres disparos en la cabeza.