Tal como lo vienen anunciando las emisoras musicales “ya se siente diciembre...”. Y así como el comercio ya está inundado de adornos navideños, la discusión sobre el alza del salario mínimo para el 2019 también madrugó y desde ya académicos y analistas empiezan a hacer sus apuestas sobre el polémico asunto.
No solo porque el nuevo año está prácticamente encima y todo parece andar más rápido, sino porque los resultados de la inflación al cierre del mes de septiembre se ubican dentro de la meta que propuso el Banco de la República, y la inflación es clave para definir el aumento del salario mínimo.
El Banco fijo un rango de entre 2,0% y 4,0% para todo el año, con una cifra promedio del 3,0% y finalizados los primeros nueve meses del 2018 la inflación va en 3,36%.
Dicho en otras palabras, faltando tres meses para decirle adiós al año, analistas y académicos coinciden en que es posible que la variación de los precios (inflación) se ajuste al rango que indicó el Banco de la República.
Así las cosas, las grandes preguntas son: ¿de cuánto será el alza?, ¿será igual o mayor a la que se acordó para este año?
Es muy temprano para conocer las posiciones de las partes (empresarios y organizaciones sindicales), y por lo tanto es difícil proyectar el aumento faltando varias semanas para que arranque en firme la discusión.
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Sin embargo, algunos académicos se atreven a afirmar que un aumento del 5,90% (el que se definió para 2018) es casi imposible y basan su argumento en que la inflación está bajo control y no se espera que en los tres meses que faltan se registren alzas considerables.
Por el momento nadie le quiere madrugar a ‘soltar’ una cifra de aumento del mínimo. Pero algunos sí le han madrugado a calcular la inflación, como el decano de Economía de la Universidad Central, Erick Behar Villegas, quien considera que la inflación puede terminar entre 3,0 % y 3,2 %, pero eso dependerá del comportamiento de los precios al final del año y el efecto del dólar sobre la depreciación del peso colombiano.
Agregó que “si miramos lo que ha subido el salario en los últimos años, cuando se incrementó por encima de los $780.000, tuvo un aumento de 2 puntos porcentuales sobre la inflación. Probablemente el nuevo Gobierno, que tiene que mostrar legitimidad ante los trabajadores, considerará eso”.
“Dudo que la inflación pueda ser el criterio fundamental para tomar la decisión, porque tiene que primar la negociación con los sindicatos”, agrega el analista.
En su opinión, “hacer el incremento basados solo en la cifra de la inflación tendría un efecto en la popularidad sobre el Gobierno Duque y no creo que quieran asumir ese costo político con lo que está sucediendo”.
Así las cosas, Behar Villegas estima que “el incremento se podría mantener parecido a los valores históricos del 5 % que tuvimos en la negociación del año pasado. Es decir que estaríamos hablando de un rango de dos puntos por encima de la inflación”.
Más voces
Diego Escobar es experto en temas laborales de la Universidad Libre. Sostiene que es importante que las partes logren un acuerdo y que las propuestas sean razonables.
“Las centrales obreras y los empresarios deben estar muy atentos a que el espacio de negociación sea propositivo y pertinente, y no para que un sector pida más de lo que se puede y otros ofrezcan una cifra muy por debajo de las expectativas, entendiendo que el papel que tendrá el Gobierno es de ser un mediador en esas discusiones”, indicó Escobar.
Iván Jaramillo, docente e investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, destaca que por orden constitucional el incremento del salario nunca puede estar por debajo del IPC, lo cual es un criterio de base para una actualización de ese aumento.
“Lo que mide la inflación es la pérdida del poder adquisitivo y lo que se reconoce de aumento por ese valor es un ajuste y no un incremento, por eso la cifra siempre tiene que ser superior al IPC del año, que podría estar en 3,2 % y 3,5 %”, explica.
Agrega que “el Gobierno generalmente no da más de uno o dos puntos cuando decreta el aumento unilateralmente, y por eso es importante que las partes hagan un esfuerzo y logren una concertación en este tema”.
Reconoció que es muy temprano aún para hablar de cifras, porque se tienen que evaluar varios aspectos como que el actual salario mínimo ($781.242) no es suficiente frente al costo de la canasta familiar, que estaría aproximadamente en $1.300.000.
La Comisión de Concertación Laboral ya tuvo una primera reunión, pero no invitó a las centrales obreras. Falta que sus líderes también le madruguen al tema. Lo cierto es que la discusión estará muy influenciada por la realidad política de un Gobierno recién llegado.
Que las propuestas sean justas
Los argumentos de la discusión del alza del mínimo, además de económicos, también tienen un trasfondo político, según el docente de la Universidad central, representado en las distintas posiciones de los sectores que conforman la mesa de concertación, por lo que es importante que las cifras que lleven sean razonables entre las partes.
“La petición de aumento del salario mínimo de parte de las organizaciones probablemente va a estar entre el 7 % y 12 %, pero esas cifras son muy poco realistas, porque si evaluamos eso, con un incremento tan fuerte, lo que pasaría es que se generaría un incentivo en las empresas para que despidan personas”, explicó Behar Villegas.
¿Habría acuerdo?
Aunque son pocas las veces en las que se ha llegado a un acuerdo desde que se creó la Comisión Laboral, son muchas las expectativas
en esta oportunidad, teniendo en cuenta que contará con la mediación de un nuevo Gobierno, en cabeza del presidente de la República, Iván Duque Márquez, y una economía que viene en un proceso de recuperación.
La discusión para 2018 logró, a último momento, llegar a una concertación entre los trabajadores y los empresarios, con una mediación del Gobierno: se definió un 5,9 % ($781.242).
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