El reciente incremento del 9,54 % en el salario mínimo anunciado por el Gobierno Nacional ha suscitado múltiples análisis, incluyendo uno realizado por el Observatorio Fiscal y el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, que advierte sobre sus limitados efectos positivos y posibles consecuencias negativas en el empleo y la economía.
Según el comunicado, “el aumento del salario mínimo solo le aplicará al 17 % de los y las trabajadores de Colombia”, un porcentaje que con base al estudio, “solo le aplica al 14 % que gana exactamente el mínimo; a menos del 1 % que ganan más de 10 salarios mínimos y tienen salario integral; a los empleados públicos (más de 500 mil) que no negociarán un incremento menor; a los congresistas y altos funcionarios del Estado”
El análisis también proyecta un panorama desalentador para el próximo año: “2025 no va a ser un año de ganancias en la formalización. Probablemente, va a ser un año en el que aumente el desempleo y la no participación”. Según amabas organizaciones, “el 83% restante estará viviendo entre la informalidad, precariedad y aumentos menores”, enfatizan.
De acuerdo con el Observatorio, entre 2013 y 2023 se observó una tendencia en la que los salarios promedio de los trabajadores formales e informales disminuyeron en relación con el salario mínimo decretado, algo que podría repetirse en 2025.
El informe concluye que “el crecimiento económico de los salarios y de Colombia no va a poder subir igual que el mínimo del decreto”, lo que impactará tanto la competitividad como las condiciones de empleo formal en el país.
Este posicionamiento se suma al debate en torno al incremento salarial, que, aunque ha sido celebrado por algunos sectores como un avance en la protección de los trabajadores, ha generado preocupación en diversos gremios y centros de análisis económico.