El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció en Bogotá la puesta en marcha de un nuevo esquema para detener el asesinato de líderes sociales.
La iniciativa contempla el reforzamiento de las alertas tempranas y la activación del "Plan Orus", que permitirá brindar seguridad en 67 municipios y 595 caseríos en donde hacía presencia las Farc, hoy convertida en partido político.
Explicó que la alerta temprana es un documento de advertencia emitido por la Defensoría del Pueblo para que el Gobierno dé respuesta.
Al intervenir en la sesión del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, Santos dijo que para poner en marcha el "Plan Orus" se hizo una microfocalización.
Los comandantes del Ejército, añadió el gobernante, establecerán contactos y generarán la confianza suficiente con las comunidades para "combatir con más efectividad estos asesinatos".
El anuncio de Santos se produce después de que el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, afirmara que en el caso de los asesinatos de los líderes sociales hay "algún grado de sistematicidad en algunas regiones del país", algo que siempre ha negado el Gobierno.
Diversas asociaciones han denunciado estos asesinatos como continuación de la actividad de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que se desmovilizaron en 2006.
Tras la desmovilización de las AUC nacieron varias bandas criminales como el Clan del Golfo, que se hacen llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y que mantienen una fachada política para sus actividades narcotraficantes.
En este sentido, el fiscal sostuvo que es importante "hacerle un llamado a la nación sobre fenómenos de criminalidad que con algún grado de sistematicidad pudiera empezar a advertirse que afecte a líderes sociales".
Hizo hincapié en los asesinatos relacionado con líderes de reclamación de tierras, donde se "empieza a advertir esta clase de fenómenos"
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