En medio de la guerra que se registra en la zona rural del municipio de Argelia, Cauca, sucedió la muerte de una persona, quien, según el Ejército, era integrante de la Segunda Marquetalia.
El caso se presentó en el sector de Botafogo, cerca al casco urbano de esta localidad, cuando los militares y policías realizaban tareas de control de área. En ese momento, los ocupantes de una camioneta fueron requeridos por los uniformados para verificar antecedentes, así como comprobar el estado judicial del vehículo.
“Soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido No.4, adscritas a la Tercera División, en coordinación con integrantes de la Policía Nacional se encontraban adelantando tareas de seguridad en el sector de Botafogo en Argelia, sur del Cauca, a través de la instalación de puestos de control para propender por la seguridad en una de las vías de acceso en esta zona”, explicó el Ejército.
En ese momento, y al verse en esa situación, las personas que iban en la camioneta buscaron emprender la huida, disparando contra los uniformados, quienes al ver la respuesta de estos ciudadanos, informaron a otra unidad militar que estaba en la zona.
“Se detectó la actitud sospechosa de los cuatro ocupantes de una camioneta, quienes evadieron un primer puesto de control fijado por la Policía Nacional en el sector. Esta situación fue informada a las tropas presentes más adelante en la vía.
Ante la presencia de los soldados, uno de los ocupantes del vehículo disparó contra la unidad militar mientras que los otros tres emprendieron la huida”, agregó el Ejército.
En ese momento, y al verse agredidos, los soldados abrieron fuego contra estas personas, de ahí que una de ellas murió, mientras que las demás sí escaparon. Registrado este hecho, los uniformados y soldados llegaron hasta el lugar donde quedó el cadáver de este ciudadano, además de un arma de fuego, así como el vehículo donde se movilizaba.
Cuando buscaban proteger la escena de los hechos, para facilitar la realización de las diligencias judiciales, como lo establece la ley, los integrantes de la fuerza pública fueron rodeados por algunos integrantes de la comunidad, quienes no dudaron en mostrar su indignación al considerar “el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los uniformados”.
“Quién se va a hacer cargo de este crimen, digan a ver, así como no tuvieron miedo para dispararle, pues salgan y digan quién fue el responsable de este hecho, que tenga los pantalones para que reconozca lo que hizo, vienen matando como si nada”, gritaban los pobladores de la zona al momento de rodear a los policías y soldados, quienes en un primer momento no pudieron sacar el cadáver de la zona, porque llegaron más miembros de la comunidad a grabar con sus celulares esta situación, la cual se registra en una zona con marcada presencia de grupos armados al margen de la ley.
Fueron varias horas de tensión, porque mientras los pobladores cercaban a los uniformados, varios integrantes de este grupo armado al margen de la ley empezaron a reunirse cerca al sitio, con la intención de “vengar la muerte del campesino”, como bien relató un soldado que se comunicó con periodistas de esta región del país.
“Nos querían masacrar, porque gritaban que querían la vida del soldado o del policía que mató al supuesto campesino, por eso intentaron desarmarnos, quitarnos los proveedores, los fusiles, y mientras esto sucedía, los integrantes de esta organización ilegal empezaron a reunirse cerca del sitio, para aprovechar que estábamos secuestrados, para matarnos, la verdad fueron momentos donde optamos por la templanza para evitar alguna tragedia mientras lográbamos salir de la zona”, relató un soldado al exponer que después, y gracias a la intervención de una concejal, lograron retirarse del lugar, no sin antes ser fotografiados e identificados por los miembros de la comunidad.
Luego, y para evitar más afectaciones a la población civil, los integrantes de ambas instituciones lograron regresar a la cabecera municipal, donde fueron ya apoyados por otras unidades, activando después el plan defensa para evitar el hostigamiento a la estación de Policía, como algunas personas lo advirtieron.
“La misma comunidad no dejó sacar el cuerpo sin vida. Nosotros lo que buscábamos era que se adelantara el respectivo procedimiento judicial conforme lo establece la ley, pero como son comunidades instrumentalizadas por la guerrilla, en este caso por la Segunda Marquetalia, entonces lo que querían era la vida de uno de nosotros, por la vida del supuesto campesino que murió, luego de atacarnos con arma de fuego, por eso nos tocó salir de la zona para evitar un hecho trágico, porque escuchábamos que nos iban a atacar, a masacrar, incluso, algunos ciudadanos nos decían en voz baja que nos fuéramos rápido, porque la guerrilla estaba cerca”, agregó el soldado, quien pidió mantenerse en el anonimato.
Por eso, tras registrarse este caso, los integrantes del Ejército ya entraron a explicar lo sucedido en esta parte del suroccidente del departamento, donde ahora se registra una intensa confrontación territorial entre la Segunda Marquetalia, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN y el frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, quedando fácilmente expuesta la comunidad a las presiones violenta de estos actores armados.
“En este cruce de disparos resultó muerto un hombre, que de acuerdo con labores de investigación, se trataría de alias Lágrimas, presunto integrante de las disidencias Segunda Marquetalia. En su poder se halló una pistola, probablemente usada durante los disparos dirigidos contra los uniformados. Acto seguido, las tropas fueron rodeadas de forma tumultuaria por un grupo de personas, quienes evitaron la extracción del cuerpo y del vehículo del lugar, impidiendo el cumplimiento de los procesos judiciales respectivos. Pese a esto, los soldados se encuentran sin novedad en los dispositivos de seguridad desplegados en esta zona del corregimiento”, agregó el Ejército.
Hay que recordar que esta parte de la zona rural de Argelia se adelanta aún la operación militar Perseo, la cual busca recobrar el control de los corregimientos y veredas de esta zona del país, como orden del presidente Gustavo Petro.
Sin embargo, y como son zonas históricamente abandonadas por el Estado, los grupos armados al margen de la ley dominan a los campesinos a la hora en enfrentarse entre sí por el control militar de estos lugares, como bien lo denuncia el mismo Ejército al exponer que ya son varias las asonadas registradas en las últimas semanas.
“Desde el inicio de la operación, se han registrado situaciones generadas por la instrumentalización de las comunidades, las cuales estarían siendo empleadas por grupos armados organizados tales como Segunda Marquetalia, Carlos Patiño y Eln como estrategia para impedir el desarrollo de esta operación militar. Estos grupos camuflan sus actividades criminales haciendo uso de vestimenta civil y utilizando a las poblaciones como escudo”, denuncia el Ejército al exponer que esta clase de actuaciones de algunos miembros de la comunidad puede constituir delitos como los consagrados en los artículos 429 y 469 del Código Penal Colombiano.