La implementación de los acuerdos de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc no termina por convencer a los colombianos.
Así lo refleja la más reciente medición de la encuesta bimestral de Gallup, según la cual el 55 % de la población considera que la puesta en vigencia de lo convenido en La Habana va por mal camino, frente a un 39 % que cree que va por el camino correcto.
De igual forma, la encuesta deja en evidencia diferencias con respecto a la credibilidad frente al cumplimiento de las partes. Mientras el 53 % de los colombianos cree que el Gobierno sí ejecutará los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paz, solo el 33 % considera que las Farc harán lo propio.
Según el politólogo Fernando Giraldo, los tropiezos que han tenido los trámites a cargo del Gobierno, como la lentitud en la adecuación de las zonas donde se concentraron los guerrilleros para su desmovilización, y la “actitud” de algunos dirigentes de las Farc han contribuido a que la ciudadanía piense que la implementación de la paz no marcha de la mejor forma.
Sin embargo, el analista destaca que el trabajo de campo de esta medición se hizo antes del acto final de dejación de armas registrado el pasado martes.
Ahora bien, con respecto a la percepción de optimismo que se registra en el país, la encuesta encontró una leve mejoría, ya que el 18 % de la población cree que las cosas en Colombia están mejorando, frente a un 15 % que pensaba así en abril pasado.
No sucede igual con la aprobación del desempeño del presidente Juan Manuel Santos, que bajó del 26 %, de hace dos meses, al 24 % actual.
“En general, sobre el proceso de paz hay optimismo, pero está neutralizado por la imagen negativa de Santos entre la mayoría de colombianos”, dijo Giraldo, para quien en esa medición igualmente pesa el odio que la mayoría de colombianos le profesa a las Farc.
“Como ellos son los principales actores del proceso, los hechos materiales, por muy evidentes que sean, van a estar afectados por una percepción negativa que parece no retroceder en la opinión de los colombianos”, añadió.
Cae aprobación de Alcalde y Gobernadora
En opinión del politólogo Luis Felipe Barrera, la decisión del alcalde de Cali, Maurice Armitage, de prohibir el ingreso de hinchas al Estadio Pascual Guerrero para evitar desórdenes fue lo que más incidió en la fuerte caída que tuvo la aprobación de su gestión entre los caleños, que pasó del 53 % en abril al 31 % en la actual medición.
“El alcalde de Cali ha tenido que tomar decisiones difíciles como la del cierre del estadio para que prevalezca el interés general, la seguridad de todos los caleños, sobre intereses particulares. Son decisiones difíciles que se toman a la luz de la alta responsabilidad de preservar el orden público en la ciudad sin reparar en las encuestas. Fue una decisión de autoridad. El impacto que tuvo el suceso del estadio pudo haber golpeado la percepción ciudadana, pues afectó el espectáculo deportivo más querido por los caleños. Pero era una medida necesaria", indicó.
El experto agregó que "con los ajustes en la estrategia de seguridad que viene adelantando la alcaldía; el hecho de que Cali lidere y sea pionera en adoptar controles de acceso a estadios; los operativos interagenciales en los puntos más críticos entre Ejército, Policía y Fuerza Aérea, así como la llegada del helicóptero que apoyará los operativos y vigilará desde el cielo las calles, seguramente quebrará esa tendencia negativa".
A su vez, la aprobación de la gestión de la gobernadora Dilian Francisca Toro tuvo una leve caída al pasar del 46 %, en abril, al 44 % en junio.
Según el analista, el paro de Buenaventura no afectó mucho su imagen, “quizá porque estuvo mediando en la mesa de diálogo” con el Gobierno Nacional.