Mañana, 21 de junio, Colombia, vivirá uno de los fenómenos astronómicos que ocurre dos veces al año, conocido como solsticio de verano, en donde el ecuador de la Tierra pasará más alejado del Sol, esto se presenta por una pequeña inclinación que tendrá el planeta.
El solsticio de verano es un fenómeno astronómico que ocurre dos veces al año, una en cada hemisferio de la Tierra. En el hemisferio norte, como es el caso de Colombia, el solsticio de verano marca el inicio del verano y por lo general ocurre en junio. Mientras tanto, en el hemisferio sur, se celebra el solsticio de invierno, que marca el comienzo del invierno.
Durante este evento, el Polo Norte se encuentra en su punto más cercano al Sol en su órbita alrededor de él, lo que resulta en el día más largo del año en términos de horas de luz solar. La luz solar incide de manera más directa y vertical sobre el hemisferio norte, lo que genera más calor y contribuye al aumento de las temperaturas.
En el caso de Colombia, al estar ubicada principalmente en el hemisferio norte, durante el solsticio de verano se experimentan días más largos y noches más cortas. La cantidad de luz solar recibida durante el día es mayor, lo que puede influir en el clima y en la sensación de calor.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las variaciones de temperatura no están determinadas únicamente por el solsticio de verano, ya que existen otros factores climáticos y regionales que también pueden influir.
El solsticio de verano tiene un significado cultural en muchas sociedades. En algunas culturas, se realizan festividades y rituales para dar la bienvenida al verano y celebrar el día más largo del año. También se asocia con la renovación, el crecimiento y la fertilidad en la naturaleza.
Por ejemplo, las tribus nativas de América realizaban ceremonias y rituales para honrar la energía del sol y marcar la transición hacia la temporada de crecimiento y abundancia, entre las celebraciones se encuentra el Inti Raymi, para conmemorar a la tierra y especialmente al son. Mientras que en Guatemala, se descubrieron restos una ciudad maya, la cual tenía los edificios diseñados de tal manera que se alineaban perfectamente con el sol durante los solsticios.
Una costumbre que no solo se ha presentado en Latinoamérica, sino que también se ve en lugares como Stonehenge en el Reino Unido, se encuentran antiguas estructuras megalíticas que indican la importancia atribuida al solsticio de verano.
Allí, miles de personas se reúnen cada año para presenciar el amanecer en este día tan significativo. En otras culturas, como la china, se llevan a cabo festividades para celebrar la llegada del verano, mientras que en Suecia se realizan danzas tradicionales y festivales culinarios para conmemorar este momento de cambio de estación.
Por su parte, en la Antigua Grecia, el solsticio conmemoraba la Edad Dorada de Kronos, durante este día todos los ciudadanos debían de trabajar como iguales, en constante colaboración los unos con los otros, esperando que llegará el final de la tarde, para celebrar la noche más corta del año en el Monte Olimpo, donde todos se reunían para ver el amanecer.
El solsticio de verano simboliza la renovación, el crecimiento y la conexión con la naturaleza. Es un momento en el que la luz solar alcanza su máxima intensidad en el hemisferio norte, lo que tiene efectos en el clima, la vegetación y las actividades humanas. Además, el solsticio marca el inicio de la época más cálida del año, con temperaturas más altas y días más largos para disfrutar de actividades al aire libre.